El centro de Túnez recupera su ritmo tras ser tomado por fuerzas de seguridad

Túnez, 21 sep.- El centro de Túnez recuperó esta tarde la normalidad después de que cientos de efectivos de las fuerzas de seguridad se desplegaran por las principales arterias de la ciudad para evitar eventuales manifestaciones violentas de radicales islámicos por las ofensas contra Mahoma.

La principal arteria de Túnez, la avenida Habib Burguiba, así como las calles que desembocan en la embajada de Francia, en el centro de la ciudad y especialmente protegida, permanecieron cortadas al tráfico rodado entre las 11.00 y las 16.00 horas locales (10.00-15.00 GMT).

El tráfico también quedó suspendido en la autovía que une el centro de la capital con La Marsa, una zona residencial situada a 20 kilómetros, donde se encuentra la embajada de Estados Unidos, cuya sede intentaron asaltar el viernes pasado cientos de radicales islámicos.

Ayer, el Ministerio de Interior tunecino prohibió la celebración de cualquier manifestación por temor a más concentraciones violentas tras la publicación en Francia, el pasado miércoles, de unas caricaturas de Mahoma que avivaron la polémica desatada por la película "La inocencia de los musulmanes", que se mofa del profeta musulmán y que desató una oleada de protestas en el mundo islámico.

El pasado viernes, cuatro personas murieron y medio centenar resultó herido en el intento de asalto de la embajada estadounidense en Túnez, protagonizado por radicales islámicos.

A lo largo de toda la mañana, fuerzas especiales de la Guardia Nacional y policías patrullaron el centro de la ciudad desde antes de la oración del medio día del viernes hasta avanzada la tarde, apoyados desde el aire por un helicóptero militar.

Las mezquitas, la catedral y la sinagoga, situadas en la zona centro fueron rodeadas de alambre de espino para evitar eventuales asaltos.

A la mezquita de Al Fath, una de las plazas fuertes de la corriente, apenas acudieron creyentes al rezo del mediodía del viernes, el más importante de la semana.

Ante el impresionante cordón policial que la rodeó, los habituales vendedores de libros religiosos y de velos y "niqab" (tela que cubre todo el cuerpo excepto los ojos) no hicieron acto de presencia.