El Congreso brasileño aprueba polémica reforma de las leyes de suelos

  • La Cámara de Diputados de Brasil respaldó hoy con una sólida mayoría una polémica reforma de una ley que regula el uso de la tierra y propone ampliar las áreas de cultivo en zonas hasta ahora protegidas, como la degradada Amazonía.

Brasilia, 25 abr.- La Cámara de Diputados de Brasil respaldó hoy con una sólida mayoría una polémica reforma de una ley que regula el uso de la tierra y propone ampliar las áreas de cultivo en zonas hasta ahora protegidas, como la degradada Amazonía.

El proyecto, impulsado por el Gobierno y modificado por presión de grandes terratenientes y agricultores, ha provocado el rechazo generalizado de grupos ecologistas, que aseguran que abrirá puertas a una mayor desforestación en un país que, según datos oficiales, ya ha perdido poco más de la mitad de su cobertura vegetal original.

El nuevo texto legal sustituye a otro que data de 1965 y, entre sus aspectos más controvertidos, contempla una amplia amnistía para aquellos hacendados que, en clara violación de las normas actuales, desforestaron durante años en áreas protegidas en favor de la actividad agropecuaria.

Esa amnistía supone uno de los puntos más conflictivos del proyecto y se conjetura que podrá ser vetada por la presidenta Dilma Rousseff, quien ahora recibirá el texto para sanción.

Durante su campaña electoral, en 2010, cuando ya se discutía el proyecto en el Congreso, la ahora jefa de Estado se manifestó en contra de esa amnistía y se comprometió a vetarla en caso de que fuera efectivamente aprobada.

La votación del llamado Código Forestal estaba prevista para ser realizada este martes, pero diversos desacuerdos en otros artículos del proyecto la dejaron pendiente para hoy.

En la sesión que debió ser suspendida ayer, partidos opositores se plantaron en contra de un artículo que establece que las zonas protegidas a la vera de los ríos, que hoy suponen una franja de 30 metros a cada lado, pasarán a ser de solamente 15 metros.

En el debate realizado hoy la oposición volvió a manifestar su rechazo a esa reducción de las áreas protegidas en las orillas de los ríos, pero se impuso la mayoría oficialista, dividida pero aliada a grupos suprapartidistas que defienden los intereses de los grandes terratenientes.

La reacción de los organismos de defensa del medio ambiente la encabezó el grupo Greenpeace, que hoy comentó todo que lo acontecía en el Congreso a través de la red social Twitter y pidió "hacer un coro en favor de los bosques" y sumarse al rechazo a la nueva ley, que consideró como el inicio de un "desastre ambiental".

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