El Consejo de Ministros, un polvorín: hasta Montoro podría irse tras el 20D

    • De Guindos y Morenés quieren tomar otros rumbos. Montoro también lo ha sugerido.
    • Pastor, Margallo y Báñez se mantienen fieles en las listas. La 'crisis vasca' coloca a Alonso en un dilema.
Rajoy, en el Consejo de Ministros.
Rajoy, en el Consejo de Ministros.

Entre viaje y viaje-a principios de semana en Nueva York, este jueves en Bruselas- el presidente del Gobierno apenas ha podido ser informado vía telefónica de los días 'horribilis' en su partido.

Primero, por la, no por anunciada menos estrepitosa, salida de la presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga, cocinada en varios desacuerdos y apuntillada por la polémica por su propuesta de paz, con la que trataba de buscar el acuerdo de convivencia en Euskadi, izquierda abertzale incluida. Después, por la suculenta entrevista del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, en el diario El Mundo, en la que el mandamás de las finanzas se despachaba contra compañeros suyos "avergonzados" de ser del PP. Y por si fuera poco, la carta de Cayetana Álvarez de Toledo, en la que exponía a Rajoy sus razones para descartarse de las próximas listas. "No encuentro argumentos suficientes para defender la gestión del Gobierno", descargaba ya en el primer párrafo. Artillería pesada.

El partido de Gobierno trata de digerir unas últimas horas de infarto, y sin duda, nada oportunas. Mientras las consignas de precampaña cambian de un día para otro- "el PSOE es el enemigo", "a por Ciudadanos", "no olvidar a Podemos"-los golpes internos, cuando se trata de ingeniar la venda para una sangría de votos teñida de naranja, son los menos deseables.

Es acostumbrado que en épocas como éstas, al borde de una cita electoral, la "política ficción" se desborde en las informaciones. Esta vez lo ha hecho también en las propias anotaciones de Rajoy, que se las ve y desea para componer listas, templar ánimos e insuflar esperanzas. En el partido intentan que los movimientos, también las encuestas, no lleven al estado catatónico.El PP resuelve de urgencia la 'crisis vasca' con el 'apaga fuegos' Alonso

La dirección 'popular' ha tratado de dar una solución de urgencia a la crisis vasca, combinando dos vectores sin fallo: el hombre de más confianza, más a mano. El escogido ha sido el ministro de Sanidad, y presidente también del PP alavés, Alfonso Alonso. Confidente de Rajoy y hombre del círculo más estrecho de la vicepresidenta del Gobierno, su nombre es un fijo como 'apaga fuegos' del partido. Sonó ya en julio, cuando dos derrotas electorales consecutivas-la de las andaluzas y la del 24-M-dejaron al partido sumido en una crisis que parecía insuperable y cuando se ensayó un maquillaje de renovación que acabó con una pincelada de vicesecretarías. Y suena también en la carrera sucesoria de Rajoy. Muchos ven en Alonso, hombre templado y bien dotado para la comunicación, a la figura también mejor colocada para un futuro 'rescate'.

Habrá que esperar, en cambio, a ver cómo se suceden los próximos movimientos. Alonso compatibilizará ahora su cartera como ministro y el desempeño al frente del PP vasco, pero tendrá que decidir si se guarda como candidato en las autonómicas del 2016 o vuelve a Madrid convertido en diputado. Los tiempos apuran de nuevo, en vísperas del tren electoral.

En cualquier caso, su 'salida' desbarata el 'tetris' de Rajoy y los encuadres para saber quién de los actuales ministros continuará, en un eventual nuevo gobierno popular, al frente de sus responsabilidades. O, cuanto menos, quienes de ellos seguirán acompañándole, convertido éste en presidente o en jefe de la oposición.De Guindos y Morenés, a la empresa privada. ¿También Montoro?

El primero en descartarse ha sido, este mismo jueves, el titular de Economía. De Guindosha insistido en su "voluntad clara" de dejar el Gobierno tras el próximo 20-D. "He tenido la suerte y el honor de ser ministro de Economía. Mi mujer dice que me podía haber tocado en una época más fácil, pero las mujeres son siempre muy exigentes", decía hoy, en una entrevista en la cadena COPE.

EL titular económico ha sido el eterno protagonista de algo así como una salida 'en diferido' por las múltiples informaciones, algunas de corrillo y otras vox pópuli-como su candidatura frustrada a presidir el Eurogrupo-que han venido sucediéndose casi desde el día en que tomó posesión de la cartera.

Conocida es su enemistad 'histórica' con el ministro de Hacienda, una relación fría que viene de lejos y que no ha mejorado, más bien lo contrario, con la coincidencia de ambos al frente de los dos departamentos más calientes de la legislatura.

Que Montoro siga es otro de los enigmas. En privado ha comentado alguna vez que incluso en una eventual victoria de los 'populares' no seguiría en un ministerio. Cierto es que el desgaste le acusa, pero su partido sigue confiando. Las palabras de su entrevista, sorprendente por su rotundidad poco acostumbrada, bien pudieron ser preludio de despedida. Por el momento, pese al cierre de filas 'oficial' con el ministro, han caído como un jarro de agua fría en el partido.El partido 'pule' a Soria

El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha sabido mantener un perfil más bien bajo en público, aunque firme en privado, del que podría salir bien parado en la próxima legislatura. A nivel interno se sitúa como otro de los hombres fuertes para asumir potentes responsabilidades en un nuevo Ejecutivo, o en el partido si fuese el caso. Incluso, se sugiere, la vicepresidencia. Por el momento, Soria cuenta con un nuevo asesor, encargado de relanzar su imagen y convertirlo en 'mediático'. Lo que se lleva ahora en política.

Sobre Margallo, se valora si encabezar la lista por Valencia o Alicante, su deseo, tiene más pros o más contras. Su buena valoración en el Ejecutivo le da fuerza y lo convierte en "tabla de salvación" del feudo que, perdido en mayo en manos de socialistas y Compromís, sería ahora para Ciudadanos. Rajoy quiere sembrar aquellas listas estratégicas con sus propios ministros y Margallo ya fue diputado en su día por la Comunidad.

Con perfil discreto, aunque trabajadora incansable, la ministra de Fomento, Ana Pastor, permanecerá también en la artillería de Rajoy. Muy apegada al presidente, pocos dudan de que permanecerá al lado de éste pase lo que pase. Su candidatura por la lista del PP por Pontevedra es más que segura. "Depende de lo que diga el presidente", despeja ella. También la ministra de Empleo, Fátima Báñez, será 'recompensada' con un buen puesto en el Congreso.

La salida del ministro de Defensa, Pedro Morenés, se da, como la de Guindos, prácticamente por segura por su deseo de volver a la empresa privada. Hace unos días, dio una clave. Pidió ser apartado de las negociaciones del Consejo de Ministros en el proyecto estrella de su departamento para los próximos años, el diseño de la fragata F-110, al ser la multinacional de la que Morenés fue director desde 2010 hasta su nombramiento como ministro. Su experiencia en la empresa privada está más que acreditada, y antes de entrar a formar parte del Ejecutivo, llegó a ser director de hasta cuatro empresas armamentísticas y de seguridad y consejero en otras cinco relacionadas también con la industria militar.

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