El Consejo de Seguridad discute las sanciones que impondrá a Gadafi por la represión

Naciones Unidas.- El Consejo de Seguridad de la ONU permanece hoy reunido de urgencia para debatir las posibles sanciones a imponer al dictador libio Muamar el Gadafi y su entorno por la represión que ha ejercido en las protestas de civiles.

Las opciones que analiza el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, que ya lleva casi tres horas reunido, van desde la congelación de bienes y la prohibición de viajar a Gadafi y su entorno al embargo de armas, entre otras.

La reunión comenzó a las 17.00 GMT, una hora después de lo previsto, se desarrolla a puerta cerrada y está presidida por Brasil, que en febrero ocupa la presidencia de turno del máximo órgano de decisiones de las Naciones Unidas.

Los 15 países miembros del Consejo estudian un proyecto de resolución, elaborado por Francia y Reino Unido, en el que además de las sanciones, se aborda el problema de la asistencia humanitaria, uno de los que más preocupa a la ONU.

Con respecto a la asistencia humanitaria, en el proyecto de resolución se señala que habría una "autorización para que los estados miembros adopten todas las medidas necesarias para posibilitar el retorno a Libia de las agencias humanitarias y asegurar la rápida y segura ayuda a quienes lo necesiten".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló el viernes al Consejo que, según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), desde el pasado 22 de febrero unos 22.000 libios se han desplazado a Túnez y otros 15.000 a Egipto.

Las sanciones que se mencionan en el proyecto de resolución no incluyen, sin embargo, la posibilidad de que se determine una zona de exclusión aérea, algo que Naciones Unidas decretó con anterioridad en otras crisis en las que la población civil estaba en peligro, como ocurrió en Irak.

La represión del régimen de Gadafi contra la población civil ya hizo que el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU haya recomendado a la Asamblea General del organismo suspender la participación de Libia en ese órgano.

Libia fue elegido en mayo pasado para sentarse en el CDH en medio de la polémica por considerar que, al igual que Malasia, Tailandia y Mauritania que también llegaban a ese organismo, no estaban a la altura requerida en cumplimiento y respeto de los derechos humanos.

El borrador de la resolución que se analiza este sábado sí contempla el embargo de armas y pide a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue la posible comisión de crímenes de guerra y contra la humanidad durante la represión de las protestas.

Igualmente prevé la congelación de bienes y la prohibición de viajar al líder libio y a 21 miembros de su círculo familiar y asesores más cercanos.

Ban pidió el viernes a los quince miembros del Consejo que adopten cuanto antes "acciones concretas y decisivas" en contra del régimen libio y así evitar que continúe el derramamiento de sangre entre los libios, que cifró por ahora en un millar como mínimo.

"Las próximas horas y días serán decisivas para el futuro de Libia, así como para toda la región", dijo Ban, que también afirmó que la primera obligación de la comunidad internacional es hacer "todo lo posible para garantizar la protección inmediata de los civiles en un riesgo demostrable".

Por su parte, el embajador de Francia ante la ONU, Gérard Araud, subrayó hoy el punto de vista unánime con que los miembros del Consejo se expresaron el viernes sobre la crítica situación del país norteafricano.

"La atmósfera del Consejo de Seguridad ha cambiado radicalmente", aseguró Araud, quien calificó de "terremoto" esa posición unánime y que subrayó que "algo pasa y no solo en el mundo árabe, sino también en esta organización".

El diplomático francés indicó que "hubo una comunidad de puntos de vista sobre la idea de las sanciones. Es sorprendente que nadie se haya opuesto a la medida o que (dijera) que se trata de un asunto interno".

Asimismo señaló que aunque "con matices, no hay problema sobre el embargo de armas, ni las sanciones", sí admitió que el punto más conflictivo de la negociación era el relativo a la referencia a la CPI por parte de la Liga Árabe, la Unión Africana (UA) y los países árabes que se sientan en el Consejo, en referencia a Libia.

Por su parte, el secretario general de la ONU continuó este sábado su ronda de conversaciones telefónicas con diversos líderes sobre la crisis libia, con llamadas al rey de Arabia Saudí, Abdulah Bin Abdulaziz Al Saud, y con el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, informó su portavoz.

Ban, según las fuentes, les pidió incrementar los esfuerzos internacionales de cara a adoptar "acciones concretas".

Algunos países como Estados Unidos ya han determinado sanciones contra el régimen libio, y la Unión Europea (UE) estudia aprobar medidas similares el próximo lunes, además de que otros como Reino Unido, Francia y Suiza han decretado el bloqueo de los activos financieros de Gadafi y su entorno.

En su conversación con el rey de Arabia Saudí, el secretario general le informó de los "esfuerzos de Naciones Unidas para parar la violencia y el derramamiento de sangre, además de (los esfuerzos) para que los responsables sean llevados ante la justicia".

"El secretario general también subrayó el papel político y religioso que Arabia Saudí tiene en la región", agregó el portavoz.

Sobre la conversación con Berlusconi, ambos analizaron las opciones disponibles para resolver la crisis y Ban pidió al líder italiano que mantenga el apoyo "y una posición proactiva de cara a las acciones decisivas" que se han de tomar.