El desfile militar de hoy está cargado de simbolismos políticos

  • La cercanía de la reunión de Zapatero con Obama, la presencia porprimera vez de una representación del Gobierno vasco o la recientemuerte del cabo Cabello en Afganistán centran la atención.
Los Reyes presiden el desfile de la Fiesta Nacional en Madrid
Los Reyes presiden el desfile de la Fiesta Nacional en Madrid
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Cada 12 de octubre se celebra el Día de la Hispanidad y, para conmemorarlo, un desfile militar recorre las calles de Madrid. Sin embargo, el desfile de este año es especial gracias a varios hechos que coinciden en este día.

El primero y más sensible es el reciente fallecimiento del cabo Cristo Ancor Cabello, un joven de 25 años que perdió la vida hace sólo seis días cuando una mina estalló al paso de su vehículo blindado en Afganistán. La muerte del soldado, al que se tendrá muy presente a lo largo del desfile, ha reabierto el debate acerca del papel de nuestras tropas en el extranjero. De hecho, la segunda cuestión que centrará parte del desarrollo de la parada militar será precisamente que en estas fechas se cumplen 20 años desde la primera misión exterior de nuestras tropas, motivo por el que las banderas de la ONU, de la OTAN y de la Unión Europea ondearán durante el desfile.

Seis años después

Y es precisamente en la bandera donde recae el segundo hecho destacable de esta parada militar: hoy se cumplen seis años desde que el entonces líder de la oposición y hoy presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, permaneció sentando ante el paso de la bandera estadounidense como símbolo de rechazo a la invasión de Irak, en la que el Ejército español participaba. Aquel gesto trajo como consecuencia cinco años de desencuentros con la administración estadounidense de George Bush. Hoy, seis años después, en cuanto termine el desfile, Zapatero cogerá un avión para iniciar una gira internacional que empieza con una cita en el despacho oval con su nuevo inquilino, el recientemente galardonado con el premio Nobel de la paz, Barack Obama.

El tercer y último hecho llamativo de este desfile es que, por primera vez, el Gobierno vasco tendrá representación institucional en el mismo. El consejero de Interior, el socialista Rodolfo Ares, y la presidenta del Parlamento Vasco, la popular Arantza Quiroga, serán los encargados de normalizar la relación entre la Comunidad Autónoma y el Estado en un nuevo gesto dentro de los cambios que el primer lehendakari no nacionalista ha introducido.

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