El desprecio a las Cortes Españolas (y no el insulto a Rajoy) motiva la crisis diplomática entre España y Venezuela

    • Expertos en diplomacia explican que el motivo de la llamada a consultas del embajador venezolano responde a la ofensa de Nicolás Maduro a las Cortes Españolas.
    • Llamar a consultas al embajador de España en Venezuela o expulsar al embajador de Venezuela en nuestro país son los siguientes pasos a seguir en una crisis diplomática.
Maduro asegura que seguirá comprando equipamiento militar para defender al país del imperialismo
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A. Torres

Antes Hugo Chávez, ahora Nicolás Maduro;no es la primera vez que el régimen bolivariano de Venezuela lanza una andanada dialéctica contra el Gobierno de España, su presidente o expresidentes. Los exabruptos del mandatario venezolano en su programa de televisión "En Contacto con Maduro" -que entre otras lindezas ha llamado 'racista' a Mariano Rajoy- han motivado el estallido de una crisis diplomática entre Madrid y Caracas. Tan es así que el ministerio de Asuntos Exteriores ha llamado a consultas al embajador venezolano en España, Mario Isea.

Sin embargo, el motivo de esta llamada -primera medida diplomática a tomar cuando aflora un conflicto entre dos estados- no obedece al hecho de que el presidente del Gobierno haya sido insultado por Maduro. No es la primera vez que lo hace y de hecho su predecesor Hugo Chávez también tildó de 'fascista' a José María Aznar, palabras que motivaron la intervenciónin situdel expresidente Zapatero y el mismísimo rey Don Juan Carlos.

De acuerdo con Santiago Velo de Antelo, director de la revista Diplomaciaen declaraciones a Lainformacion.com, en esta ocasión el matiz que ha motivado la llamada a consultas del embajador venezolano ha sido la diatriba directa de Maduro contra las Cortes de España. El sucesor de Hugo Chávez, ofendidopor laproposición no de leyque aprobó el martes el Congreso de los Diputados reprobando a Caracas ladetención de líderes de la oposición y exigiendo su puesta en libertad, ha proclamado que "las Cortes (españolas) vayan a opinar de su madre, pero que no opinen de Venezuela". Tras este ataque a la sede de la soberanía nacional de nuestro país "lo mínimo" es llamar a consultas al embajado, opina Velo de Antelo. "Algo tienes que hacer", añade.Así se estructura una escalada de tensión diplomática1. Llamada a consultas del embajador extranjero

El director de la revista Diplomacia explica que una llamada a consultas de un embajador no es más que una petición de explicaciones al diplomático, dondeacude al ministerio de Asuntos Exteriores y normalmente es recibido por un secretario de Estado; el ministro generalmente queda en un discretro segundo plano.

"Normalmente si esta explicación no es satisfactoria te aguantas", bromea Velo de Antelo. Sin embargo, existen otras medidas de presión diplomática, más allá de las que se puedan ejercer por otras vías, como por ejemplo una entrevista en los medios de comunicación, técnica que, por otra parte, utiliza Nicolás Maduro con frecuencia.2. Llamada a consultas de tu propio embajador

El siguiente paso a seguir en una crisis diplomática es llamar a consultas a tu propio embajador en un país extranjero para que informe de la situación que se vive en el estado en cuestión. "Para que te cuente qué pasa", explica en un tono coloquial Velo de Antelo.

Se trata, tal y como explica este experto, de un retiro temporal de tu embajador en aquel país. "El tiempo que permanezca fuera de su embajada dependerá del nivel del enfado", expone el director de la revista Diplomacia. Este periodo puede oscilar desde días, a semanas e incluso meses. "Ya es una medida bastante dura", asegura Velo de Antelo.3. Expulsar al embajador

Expulsar al embajador del país - y por ende retirar al tuyo del estado extranjero con el que se mantiene el conflicto- supone una ruptura formal de las relaciones diplomáticas "entre países modernos" especifica Velo de Antelo. Es decir no equivale a un distanciamiento del calibre del que mantienen por ejemplo Estados Unidos y Corea del Norte. "Las relaciones económicas y culturales siguen funcionando", explica.

La expulsión supone fulminar el plácet -estatus- del que gozan los cuerpos diplomáticos y evidencia que la relación "es muy tensa" entre los países enfrentados.

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