"El diagnostico de concertación es más correcto que el del conflicto", dice Mujica

Montevideo.- El nuevo presidente de Uruguay, José Mujica, afirmó hoy al asumir el cargo que su intención al frente del Gobierno será buscar la concertación con la oposición, los empresarios, los sindicatos y otros sectores sociales, un camino "más correcto que el del conflicto".

Así lo expresó en su primer discurso como gobernante, celebrado en el Palacio Legislativo de Montevideo, minutos después de prometer ante su esposa Lucía Topolansky, la senadora más votada en las últimas elecciones, que acatará la Constitución.

En un discurso de más de una hora que terminó con un "patria para todos y con todos", Mujica afirmó también que su Gobierno es "para generar transformaciones a larga plazo, treinta años con política de Estado".

"Me gustaría creer que esta de hoy es la sesión inaugural de un Gobierno de treinta años, no mío ni del Frente Amplio, sino del sistema de partidos, que es sabio y potente y capaz de generar túneles internos que atraviesan las presidencias internas" de esos grupos.

El nuevo presidente hereda el Gobierno de su compañero de partido Tabaré Vázquez, que en 2005 se convirtió en el primer presidente de izquierdas en la historia del país.

Mujica, quien recibió una sonora ovación al asumir la Presidencia y al concluir el discurso, sostuvo que sus principales preocupaciones son las infraestructuras, la cultura, la matriz energética y la seguridad ciudadana.

Además, advirtió de que "la democracia no es perfecta", por lo que "hay que seguir luchando por mejorarla".

Entre sus metas estará la reforma del Estado, que calificó de "madre de todas las reformas" y que ha recibido reticencias de los funcionarios.

Por ello, Mujica aclaró que será una "reforma con los funcionarios, no contra los funcionarios", al recordar que "el 80 por ciento de la eficacia del Estado se juega en el desempeño" de esos trabajadores.

Al inicio de su discurso, el nuevo mandatario, sin estudios superiores y autodidacta, bromeó al señalar que sus "pocos conocimientos jurídicos" le impedían saber si ya era presidente electo o lo sería horas después cuando Vázquez el entregue la banda presidencial y el bastón de mando en otro acto.

Agregó que su mandato "no es el de atropellar ciegamente para conquistar territorio" sino el de consensuar.

"Hace rato que todos aprendimos que las batallas por el todo o nada son el mejor camino para que nada cambie y todo se estanque", ilustró.

Otra de sus metas será acabar con la pobreza que afecta a parte del país, pese a que este fenómeno es menor que en otros países de la región.

Para ello, apeló por mejorar la formación de los jóvenes, con "masificación de escuelas de tiempo completo y fortalecimiento de la universidad del trabajo".

Además, Mujica dijo que profundizará el Plan Ceibal, de entrega de una computadora por niño y por maestro, instaurado por Vázquez, y tratará de que todos los uruguayos tengan conexión a internet gratuita.

"Queremos transformaciones y avances de verdad", algo que solo se puede conseguir con "una civilizada convivencia política" y "no vamos a ahorrar ningún esfuerzo para lograrla", advirtió.

Como modelo político, económico y social puso "otros países pequeños como Dinamarca y Nueva Zelanda", que combinan agricultura, inteligencia, turismo y logística.

En el acto estuvieron presentes como invitados los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Álvaro Uribe; de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; de Paraguay, Fernando Lugo, y de Ecuador, Rafael Correa.

También asistieron a la ceremonia el príncipe Felipe de Borbón en representación de España, y la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.

Mujica, ex ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Vázquez, tiene un pasado de militante en el Movimiento de Liberación-Tupamaros.

Esta guerrilla urbana combatió en los años sesenta y setenta a varios Gobiernos constitucionales y a la dictadura militar (1973-1985).

En esa época estuvo preso en varias ocasiones por un período global de trece años.

Tras el restablecimiento de la democracia se incorporó a la vida democrática de la mano del Movimiento de Participación Popular, uno de los veinte grupos que forman el Frente Amplio.