El domingo se vota también para saber si el PSOE sobrevive y cómo

    • El PSOE está en peligro.El ejemplo más cercano es el del PASOK, el partido socialdemócrata griego que ha desaparecido en manos de Siryza.
    • Pedro Sánchez no competía con Rajoy en el debate sino con Pablo, no quiere ser el enterrador del partido centenario de la izquierda española.
Campaign posters reading "Pedro President" remain
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Los analistas centran sus preocupaciones en las posibles coaliciones después del próximo domingo. Con ellas se decidirá quién Gobierna en una legislatura que es decisiva para la recuperación económica. Pero desde la perspectiva más a largo plazo lo que se está jugando ahora es la supervivencia del PSOE. Una de las columnas del sistema nacido del pacto constitucional que ha dado a España la prosperidad más larga de los últimos siglos.

El PSOE está en peligro. El ejemplo más cercano es el del PASOK, el partido socialdemócrata griego que ha desaparecido en manos de Siryza, el Podemos heleno.

Dicen las encuestas que el partido liderado por Pablo Iglesias puede ser el segundo en intención de voto. En Cataluña incluso el primero. El sorpraso al PSOE que parecía tener al alcance de su mano Ciudadanos ha ido desapareciendo en la fluida dinámica electoral de esta campaña. Ahora es Podemos la que puede superarlo. Lo mismo pasó en Grecia y los socialdemócratas tradicionales fueron barridos por los izquierdistas de nuevo cuño liderados por Alexis Tsipras. Es lo que el partido emergente de la izquierda ha denominado: la remontada.

Es verdad que el PSOE tiene dos feudos importantes aún: Andalucía y Extremadura, pero en los demás puede ser deglutido por las huestes radicales de la amalgama que ha montado Podemos: las Mareas gallegas, Colau y sus muchachos, Carmena y sus apoyos, etc,. El PSOE de Pedro Sánchez puede quedar como la parte débil del bloque de izquierdas, con un Podemos que después de las elecciones absorberá lo que quede de IU y en el bipartidismo del futuro el pez grande (Podemos) se comerá al chico (PSOE).

Una dinámica que ya pasó en la transición en la que el PSOE (entonces el grande) fue deglutiendo uno a uno los partidos socialistas menores, incluyendo el PSPV, el PSC, … Ahora sería igual, nada más que las siglas que aglutinarían serían las de Pablo Iglesias, pero no el fundador del PSOE, sino el de Podemos.

En esta dinámica se entiende la estrategia de Pedro Sánchez en el debate, no estaba compitiendo con Rajoy, sino con Iglesias, intentaba taponar la sangría de votos a su izquierda. No quiere ser el enterrador del partido centenario de la izquierda española.

Entre otras cosas porque el entierro empezaría por el suyo propio. Así que los votantes de la izquierda no sólo votan para elegir al Presidente del Gobierno, votan para decidir si el PSOE sobrevive y cómo.

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