El drama de Numancia contado en primera persona

  • La mejor forma de aprender historia es cuando uno de sus protagonistas toma la palabra para explicarla, exactamente lo que este domingo va a hacer en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid) Areva, una "superviviente" del asedio romano a la ciudad celtíbera de Numancia, que cayó en el año 133 a.C.

Enrique Delgado Sanz

Madrid, 24 ene.- La mejor forma de aprender historia es cuando uno de sus protagonistas toma la palabra para explicarla, exactamente lo que este domingo va a hacer en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid) Areva, una "superviviente" del asedio romano a la ciudad celtíbera de Numancia, que cayó en el año 133 a.C.

Largos meses de hambrunas, enfermedades y un constante asedio romano hasta el desenlace final componen los recuerdos de esta anciana numantina que, pese a ser un personaje de ficción, relatará "episodios, circunstancias y situaciones totalmente reales", como subraya María José Stefania, productora de Galápagos Teatro Cálido, la compañía que representa la obra en el museo.

"Cuenta en primera persona el cambio que se vive en Numancia cuando llegan los romanos, explica lo que se siente al ver por primera vez al ejército romano o cómo cambia su vida por ello", comenta la productora a Efe.

Durante 30 minutos, los asistentes atenderán a una clase magistral de historia de una forma diferente, más cercana y entretenida que en el caso de una conferencia tradicional.

"Contamos un episodio clave en España de una forma muy didáctica", explica la productora, quien también advierte de que, pese a ser un espectáculo al que puede acudir toda la familia, no hay que olvidar que se relata una historia dramática y que no es teatro infantil.

"Es la historia de una abuela que ve cómo se derrumba el mundo a su alrededor, que vive la guerra y observa cómo los romanos arrasan los campos o las familias", adelanta Stefania.

Uno de los principales valores de esta representación es que casa perfectamente con su entorno, el Museo Arqueológico, donde una parte de la exposición permanente está dedicada a Numancia, aspecto que se aprovecha en la obra de teatro.

"Queremos poner en el contexto histórico las piezas del museo y que la gente vea qué personas utilizaban esas piezas que ahora se exponen", indica la productora, quien también destaca el especial cuidado con el que se han recreado todos los aspectos del monólogo de Areva para que resulte fidedigno a la época que evoca.

"El personaje está caracterizado con mucho rigor", especifica Stefania, quien puntualiza que "los trajes se han elaborado después de estudiar cómo vestía la gente en la época" y que incluso las piezas de orfebrería han sido recreadas por artesanos, lo que le confiere al conjunto un tono muy realista.

"No podíamos dejar que la actriz apareciera delante del público con zapatillas deportivas", exclama entre risas la productora.

Por todo ello, el rigor histórico también representa uno de los pilares básicos de la obra y, para conseguirlo, la compañía contó con la colaboración del departamento de Difusión del Museo.

El monólogo de Areva, que comienza al final de su vida para ir desmenuzando poco a poco sus recuerdos mientras hace partícipe de ellos a los espectadores, supone el primer plato de un menú de representaciones similares que recorrerán a lo largo del año diferentes momentos claves de la historia de España, como explica Stefania.

"Son cuatro episodios con un tono diferente, el de Numancia es el más dramático, pero haremos otro sobre la cara más positiva de los romanos, otro sobre los visigodos y otro sobre los últimos años del califato", enumera Stefania.

Es un plan cultural "ideal" para un domingo en la capital, como sugiere la productora de una obra pensada para fascinar a los amantes de la historia y que quizá consiga atrapar para la causa a aquellos que aún desconocen el episodio sobre Numancia.

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