El Ejército español continúa su misión de apoyo logístico en la Antártida

  • El Ejército español ha llevado a cabo hoy en Zaragoza el relevo de las tropas que toman parte en misiones de apoyo logístico a los científicos que desarrollan su labor en las inhóspitas y hostiles condiciones de la Antártida, donde el contingente militar se aloja en la base "Gabriel de Castilla".

Zaragoza, 5 jun.- El Ejército español ha llevado a cabo hoy en Zaragoza el relevo de las tropas que toman parte en misiones de apoyo logístico a los científicos que desarrollan su labor en las inhóspitas y hostiles condiciones de la Antártida, donde el contingente militar se aloja en la base "Gabriel de Castilla".

El jefe de la dotación saliente de la campaña, el comandante Álvaro Kromer, ha definido la misión como el "conjunto global de medios que el Estado Español pone a disposición de la investigación científica española en la Antártida".

La estancia de los efectivos militares en la base "Gabriel de Castilla" es de dos meses y medio, aunque el período de la misión se extiende a tres meses si se incluyen los viajes de ida y vuelta.

No obstante, la mayoría de los científicos no permanecen tanto tiempo en territorio antártico, ya que "van para unos 15 días, para sacar sus proyectos", según han confirmado los militares salientes.

La dotación militar de la base son 12 miembros y el resto son científicos hasta completar la capacidad de alojamiento, establecida en 36 personas.

El principal cometido en favor del sector científico es el apoyo logístico porque se trata normalmente de investigaciones de campo en un entorno bastante adverso, a lo que hay que unir labores de asistencia sanitaria, alojamiento, manutención, telecomunicaciones y, sobre todo, seguridad en sus desplazamientos.

España lleva más de 25 años investigando en este continente tan desconocido y allí se han realizado diversos estudios de muchos tipos.

Por ejemplo, cerca de la base "Gabriel de Castilla" hay un volcán activo, así que es frecuente la presencia de vulcanólogos o geólogos para estudiar la actividad sísmica y algunos de estos expertos han estado en la gestión de la crisis en la isla de El Hierro.

Además, recientemente ha habido un equipo de biólogos marinos haciendo buceo para encontrar una serie de productos marinos que presentan una actividad química que aisla a las bacterias, con aplicaciones a la farmacia, tanto que ya han empezado a comercializar patentes.

El propio Ejército realiza también investigaciones propias sobre telecomunicaciones a distancia, equipos de montaña o un estudio que han hecho sobre el estrés del sueño en condiciones de no oscuridad, como el verano austral, en el que hay 24 horas de luz del sol.

Estas investigaciones propias no tienen ningún tipo de aplicación táctica, pero al tratarse de la campaña más antigua del Ejército de Tierra se han ido sacando una serie de conclusiones que se aplican en otras misiones, como la de Afganistán.

Asimismo, es obligación también de las Fuerzas Armadas hacer cumplir el Tratado Antártico, que España firmó en 1982, que indica que este continente ha de ser una zona desmilitarizada, sin ningún tipo de armamento y dedicada totalmente a la ciencia, por lo que esta misión tiene muy poco que ver con otras que puedan realizar en el extranjero.

A pesar de las duras condiciones climatológicas, para el comandante Kromer "lo realmente complicado es la preparación previa en España", que se prolonga durante año y medio para menos de tres meses de estancia en la base.

La incidencia más problemática ocurrida durante la campaña 2012-2013 fue la evacuación de un científico que presentaba un problema de salud grave.

El comandante Kromer ha reconocido que hay mucho trabajo en el día a día en la Antártida, también mucho frío lógicamente, pero que lo hacen "con mucha ilusión, mucha dedicación y mucho interés de trabajar allí".

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