El espionaje israelí busca cambiar las leyes de prueba en los casos terrorismo

La agencia nacional de inteligencia de IsraelShin Bet ha pedido un cambio en la ley israelí que permitiría ampliar los tipos de pruebas que se pueden usar contra los prisioneros palestinos en "casos de terrorismo."

Un representante de Shin Bet dijo al comite de Constitución, Legislación y Justicia del comité del parlamento israelí que "se han visto obligados a liberar a muchos terroristas y que tendrán que seguir haciendolo si no hay un cambio importante en las leyes", según un comunicado difundido por la Knesset el martes.

Shin Bet pidió un cambio en las leyes que permitirían a los tribunales israelíes que acepten como prueba declaraciones incriminatorias realizadas fuera de la corte ", antes de que un acusado puede ser incluso objeto de investigación."

El fiscal general de Israel, Yehuda Weinstein, respaldó la petición, diciendo que un cambio en la ley podría "ayudar a traer Justicia sobre los terroristas mejor que ponerlos en detención administrativa", según dicho comunicado.

Sin embargo, el asesor legal del comité de la Knesset, dijo que un cambio en la ley sería "peligroso" y que no se debe reformar un principio básico del derecho penal que requiere que el testimonio debe darse en los tribunales, lo que permite a un acusado a interrogar a su acusador."

Pero la mayoría de los miembros de la comisión parlamentaria parecían apoyar la solicitud. El presidente del Comité Nissan Slomiansky, un miembro del partido de extrema derecha judía, dijo que creía que estaba "autorizado a desviarse de la ley penal cuando se trata de terrorismo".

MK Haim Jelin, dijo que los testimonios grabados fuera de la corte eran "oro", y que "nos permitirá tomar el próximo terrorista. No me preocupo por el interrogatorio. Es humana en lo que a mí respecta."

MK Anat Berko, un miembro del partido Likud, dijo: "La guerra contra el terrorismo no es una ciencia exacta debemos dar a las fuerzas de las herramientas para recopilar tanta información como sea posible."

El Grupo de prisioneros palestinos Addameer estimó en diciembre que Israel tenía 6.800 presos políticos, incluyendo a los 660 que se encuentran en detención administrativa y en internamiento sin juicio ni cargos.

Con los detenidos administrativos se llevan a cabo pruebas secretas y no son conscientes de los motivos de su detención, que puede ser renovada indefinidamente en períodos de seis meses.

Funcionarios israelíes han afirmado que la detención administrativa es una herramienta esencial en la prevención de los ataques y la protección de la información sensible por lo que se les permite mantener pruebas secretas.

Sin embargo, esto ha sido muy criticado por la comunidad internacional, que dice que el derecho internacional permite la detención sólo en circunstancias extremas, mientras que Israel utiliza lo como una medida punitiva de forma rutinaria para eludir el sistema de justicia.

Los activistas han pedido a las autoridades israelíes liberar los mantenidos en detención administrativa.