José Luis Ayllón, consultor político en LLYC

El exjefe de gabinete de Rajoy: "Sánchez puede ser el presidente que más dure"

Con el PP en horas bajas, el exresponsable del partido asegura que el dirigente del PSOE puede convertirse en el líder de la socialdemocracia moderna si no se deja llevar por Podemos, ERC y Bildu. 

José Luis Ayllón
José Luis Ayllón, director senior de contexto político en Llorente y Cuenca.
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José Luis Ayllón fue el director del gabinete del expresidente del Gobierno del PP Mariano Rajoy entre enero y junio de 2018, los últimos seis meses de mandato antes de la moción de censura, un puesto al que llegó tras una dilatada carrera política de más de dos décadas dentro del partido y después de haber sido secretario de Estado de Relaciones con las Cortes durante siete años, un puesto privilegiado desde el que se manejan los hilos de la política y se conocen de primera mano las tensiones de poder. Apartado ahora de toda esa vorágine, desarrolla su labor como director senior de contexto político en Llorente y Cuenca y tiene una visión muy clara del momento que vive el país, con un presidente socialista que gobierna en coalición, pero que tiene en su mano la llave de los Presupuestos y “si quiere, puede ser el presidente que más dure, el más longevo de la democracia española, por delante de González”, sobre todo porque “la derecha está rota y no parece que sepan coserla”.

A pesar de la fuerza que haya podido coger Pablo Iglesias para aprobar las cuentas públicas, Ayllón conoce de primera mano la distancia que hay siempre entre el presidente y el resto de su gabinete seguro de que Sánchez sabrá “capitalizar” cualquier éxito de gestión que se arroguen unos y otros. “Lo único que tiene que decidir Sánchez ahora es qué quiere ser de mayor: el líder de un gran cambio de régimen, en una alianza con Podemos, ERC, Bildu y demás; o puede ser líder de la socialdemocracia moderna, que ha sido capaz de salir de las cenizas del socialismo tras Zapatero, presentar un proyecto, gobernar el país, hacerlo desde una posición de izquierdas, pero demostrar después a la gente que solo desde una posición moderada se puede gobernar”, explica.

Pese a ser un reconocido ‘sorayista’, el exresponsable del PP admite que el partido que ahora lidera Pablo Casado tiene una hoja de ruta correcta, “pero no tengo claro que pueda llegar a las elecciones del 2023 con el planteamiento completado”. “Casado tiene un problema de credibilidad, ha pasado de ofrecer un ministerio a Vox, a insultarle en la tribuna del Parlamento; y de decir que Cayetana Álvarez de Toledo era lo más florido del partido, a echarle sangrientamente”, asegura. Frente a ello y a pesar de que tenemos delante una crisis económica y social tremenda, no parece que las decisiones contradictorias o equivocadas que haya hecho el Gobierno le vayan a pasar una factura demasiado cara. “Yo creo que todo el mundo considera que no se ha hecho bien -señala Ayllón- pero todo el mundo cree que no se podía hacer mejor y, al final, la potencia de la democracia no está en el gobierno, está en la falta de alternativa”.

Fondos europeos en liza

Ayllón tiene claro que viene un 2021 muy difícil, en el que todavía se van a recoger las penurias de la pandemia, sin que el efecto de las ayudas europeas se deje notar hasta 2022 y 2023. Desde Llorente y Cuenca tienen analizada la cuestión para abrir camino a las empresas que quieran aprovechar las oportunidades que ahora se abren, a sabiendas de que es necesario agilizar mucho más el sistema administrativo, más funcionarios y personal de apoyo, y más decisiones en las CCAA.

Con ese escenario y la base de un buen decreto para gestionar las ayudas "que habrá que desarrollar más", el analista de la agencia advierte que “lo que tienen que hacer las empresas es tener buenas ideas, demostrar músculo para poder invertir y hacerse acreedores del derecho a tener los fondos. Tiene que haber muchos sistemas de compartición público-privada, mucha transparencia, y que cada uno se dedique a una cosa, unos a hacer cambios en el modelo económico y otros a financiarlos. El Gobierno tiene que escuchar mucho, porque se puede dar la paradoja de no gastar todo el dinero porque el Gobierno no sepa que hay un proyecto que puede tener subvención; y el sector privado debe demostrar sus capacidades y hablar mucho con la Administración, porque Pedro Sánchez se ha reservado la decisión final de casi todo”.

Cataluña, Madrid, financiación autonómica y pensiones

El gran reto a corto plazo para la política española está en lo que ocurra con las elecciones catalanas. Pendientes de si se aplazan o no, el resultado no parece que vaya a ser muy beneficioso para las fuerzas constitucionales de derechas, aunque Ayllón tiene muy claro que todo pasará por dónde se vayan los votos que pierda Ciudadanos. Pero pase lo que pase, no se romperá el horizonte de 2023 que se ha puesto Sánchez, con opciones serias de continuar.

La batalla de Madrid se presenta más complicada a juicio del que fuera la mano derecha de Rajoy, porque se está planteando un escenario de todos contra Díaz Ayuso, y “en política no hay nada peor que ser el enemigo a batir por todos, eso es horrible y la campaña en contra es muy fácil: es Ayuso o el PSOE, y ahí se puede llevar un disgusto, porque ha llegado demasiado pronto donde ha llegado, por más que capitalice el voto”.

Tampoco ve un riesgo en los cambios que haya que hacer en el modelo de financiación autonómica, cuya última reforma la hizo Zapatero y el mayor problema lo tienen ahora los propios barones del PSOE, porque autonomías como Andalucía o Cataluña salieron muy beneficiadas, y Valencia más perjudicada. “Ahora tienes tres años con 140.000 millones de fondos europeos que te sirven para compensar todo lo que no puedas arreglar con los servicios públicos. Los políticos de izquierdas lo que quieren es hacer electoralismo todo el rato, y ahora que ven que la derecha no da para ganarles, están tranquilos. El momento de mayor inestabilidad parlamentaria se convierte así en el momento de mayor estabilidad política”.

Si hay que poner un punto de riesgo para el Ejecutivo de coalición en esos momentos, más que en el modelo territorial o la financiación, José Luis Ayllón alerta que el foco va a estar en el futuro de las pensiones, que el Gobierno quiere poner sobre la mesa de forma velada y sin demasiado consenso, porque lo ve más en términos electorales que sociales. Llega la generación del ‘baby boom’ y el sistema no aguanta, con un trasfondo añadido importante: “Quien paga la nomina a un pensionista hoy es un señor que cobra menos que el pensionista. Antes, con un suelo de 1.500 euros se pagaban pensiones de 500; ahora, para que alguien cobre una pensión máxima de 2.000 euros, hay gente que no puede cobrar más de 1.000. Las expectativas de futuro de la gente de veinte años las estamos reventando, y eso es un problema social”, finaliza. 

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