El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez empeora progresivamente

  • El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez padece un "empeoramiento neurológico progresivo" en su estado de salud, según un parte médico emitido en la tarde de hoy por la clínica de Madrid en la que está ingresado.

Madrid, 22 mar.- El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez padece un "empeoramiento neurológico progresivo" en su estado de salud, según un parte médico emitido en la tarde de hoy por la clínica de Madrid en la que está ingresado.

El hijo del exmandatario, Adolfo Suárez Illana, informó ayer sábado por la mañana del crítico estado de su padre, apuntó que la muerte era "inminente" y situó un horizonte temporal de 48 horas para ese desenlace.

El antiguo político, figura clave en la transición democrática española desde la jefatura del Gobierno (1976-81), ingresó el pasado lunes en una clínica debido a una neumonía.

Suárez padece el mal de Alzheimer y desde 2003 no ha tenido ninguna aparición pública.

Su deterioro se ha hecho más grave en los últimos días, hasta el punto de que en la clínica ha recibido la extremaunción y, según su hijo, su vida está ya "en manos de Dios".

Profesionales de numerosos medios de comunicación están desplegados ante la clínica en la que está ingresado el expresidente, fruto del interés por esta figura de la reciente historia de España.

El agravamiento de la salud del primer presidente democrático español tras la dictadura de Francisco Franco ha suscitado un aluvión de solidaridad con el antiguo político.

Designado presidente por el rey Juan Carlos en 1976, Adolfo Suárez impulsó la reforma política con la implantación de un sistema de libertades plasmado en la Constitución de 1978.

Al frente del partido que creó, Unión de Centro Democrático, Suárez ganó las elecciones de 1977 y 1979 y gobernó en un período especialmente difícil, en el que la fuerte crisis económica y el azote del terrorismo extremista condicionaron el clima social y político.

Cuestionado cada vez más dentro y fuera de su partido, Suárez dimitió en enero de 1981, apenas unas semanas antes de un intento de golpe de Estado que tuvo lugar con la entrada de guardias civiles en el Congreso de los Diputados mientras se celebraba la investidura de su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo.

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