Un joven policía de Sussex, al sur de Inglaterra, nunca olvidará una de su primera misión. Vestido con ropa de calle debía vigilar un barrio que recientemente había sufrido varios robos y avisar de cualquier actividad sospechosa. Mientras patrullaba de noche, recibió un aviso de la central y sin pensárselo salió a la caza de un presunto ladrón. Le acaban de asegurar que uno de los sospechosos de los robos estaba cerca de su zona.
Sin embargo, tras más de 20 minutos de persecución a la carrera, desde la central le confirmaron que todo había sido un error: una cámara de seguridad de había confundido al policía con un delincuente y le iba dando indicaciones sobre su misma posición, con lo que el agente no había hecho más que dar vueltas en círculo persiguiéndose a sí mismo.
"El operador de una de las cámaras de seguridad creyó haber identificado a uno de los criminales, así que avisó al investigador de que estaba en su misma calle", ha asegurado al diario 'The Telegraph' un policía que ha preferido no desvelar su identidad.
No fue hasta pasado un buen rato cuando el operador de la cámara de vigilancia se percató de que era imposible de que el sospechoso fuera tan escurridizo y se dio cuenta de su embarazoso error, que pocos días después se filtraba a través de la revista oficial de la Federación de Policía.
Según explicó a la prensa británica el oficial que asistió a la hilarante escena, "al joven agente le pidieron que fuera lo más proactivo que pudiera, y emprendió una agotadora caza al ladrón hasta que se dio cuenta que estaba persiguiendo su propia sombra".
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