El PP se plantea 'blindar' a Rajoy, una sucesión ordenada, y dureza con Sánchez

  • Fuentes del PP se muestran partidarias de que el expresidente del Gobierno mantenga el aforamiento ante cualquier circunstancia judicial sobrevenida.
Mariano Rajoy
Mariano Rajoy
EFE

El PP empieza a salir del KO en el que les sumió la moción de censura. La mayor parte del partido considera que lo idóneo ahora es que Mariano Rajoy "tutele" su sucesión dentro del partido para evitar una "guerra civil" a menos de un año de las elecciones municipales y autonómicas. Si Mariano Rajoy dejará o no su escaño en el Congreso es otro de los asuntos que tendrán que despejarse en las próximas fechas.

Fuentes del PP se muestran partidarias de que el expresidente del Gobierno mantenga el aforamiento ante cualquier circunstancia judicial sobrevenida que pueda producirse en el futuro. Esa realidad puede explicar muchas de las reacciones del presidente en los últimos tiempos y su falta de acción durante la moción de Sánchez.

Todos coinciden, y tal vez por ello ha saltado la sorpresa de las enmiendas en el Senado a los PGE, que el partido deberá empezar cuanto antes a buscar su hueco en el Congreso para que Ciudadanos (Cs) no le arrebate el liderazgo de la oposición a Pedro Sánchez y dilucidar quién será su cara visible en la Cámara Baja. Parece que esa batalla ha comenzado.

En definitiva, como apunta otro 'barón', dejar claro desde el principio que es el PP el que "capitanea" la oposición, y "quitarle fuerza, visibilidad y espacio" a Ciudadanos, en un momento en el que, además, el partido ha recobrado el favor de muchos votantes a los que no les gusta la forma en la que los 'populares' han perdido el Ejecutivo.

Otra cosa son los planes de Mariano. Rajoy, de hecho, ha convocado el martes una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP para fijar la hoja de ruta del futuro más inmediato del partido tras perder el poder después de más de seis años y medio en La Moncloa. Todo el foco mediático estará puesto en si el hasta ahora presidente del Gobierno anuncia o no su salida de la presidencia del partido y pone fecha a la sucesión al frente del PP.

Diferentes cargos 'populares' pronostican que Rajoy intentará aguantar todo lo que pueda como presidente del PP y tomará la puerta de salida cuando el partido esté encarrilado. Ese escenario pasa, explican las mismas fuentes, por evaluar consultas previas con los 'barones' del PP para promover una sucesión "ordenada" y sin precipitación, en este momento de desánimo y abatimiento interno en el partido tras prosperar la investidura de Pedro Sánchez.

En el PP, una formación disciplinada, se ve con buenos ojos que Rajoy pilote la transición hacia una nueva era dentro del PP. De hecho, en medios 'populares' se descarta la opción de un inminente congreso extraordinario -el último cónclave tuvo lugar en febrero de 2017- porque sería detonante de una guerra interna entre familias. "Hay que impedir a toda costa que el partido se abra en canal", resume un parlamentario del Grupo Popular.

En este sentido, hay cargos que advierten de los "navajazos internos" que pueden producirse en un momento en que hay decenas de cargos del Gobierno que se quedan en la calle. "Es una cuestión de supervivencia. En estas situaciones aparecen las miserias humanas", avisa un veterano senador 'popular', que subraya que hay que sofocar cualquier atisbo de división interna, que es lo que más castigan los electores y más puede alejar al PP de recuperar el poder.

Alberto Núñez Feijóo aparece en las quinielas de muchos miembros del PP como el "relevo natural" de Mariano Rajoy. Sin embargo, en las últimas horas ha reiterado que su mandato al frente de la Xunta de Galicia finaliza en 2020 y que su compromiso es cumplir con sus obligaciones como presidente autonómico.

A la incógnita sobre quién ejercerá el liderazgo del PP en los próximos meses, se suma también la propia reorganización interna en el partido y el grupo parlamentario, después de que muchos ministros se hayan quedado sin cartera y como diputados rasos. Tres de ellos ni siquiera tienen escaño: Alfonso Dastis (Exteriores), Iñigo de la Serna (Fomento) y Román Escolano (Economía).

Las candidaturas de las elecciones autonómicas y municipales servirán también para recolocar a muchos dirigentes del PP que se han visto desplazados tras prosperar la moción de censura. Una de las plazas clave sigue siendo Madrid, tanto el cabeza de cartel a la Alcaldía de la capital como a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

El futuro de Soraya

Otra plaza clave en este momento es la jefatura de la oposición en el Parlamento. Así, los 'populares' tendrán que resolver quién será la cara visible en la Cámara Baja para atacar a Pedro Sánchez en las sesiones de control cada miércoles. Ya hay quien apunta a la posibilidad de que la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría pueda recuperar el papel de portavoz en el Congreso que ejerció entre 2008 y 2011, en sustitución de Rafael Hernando, que ejerce ese cargo tras las elecciones de junio de 2016. Aunque recuerdan también otros que Soraya, ahora que no tiene responsabilidades en el Gobierno, puede ser designada por Rajoy como  candidata en alguno de los puestos clave de Madrid: la Alcaldía o la Comunidad.

La otra número dos, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, regresará a Génova, donde hasta ahora el día a día lo dirigía el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo.

El PP estima que Sánchez estará como mínimo un año en el Palacio de Moncloa. La mayoría apunta al otoño, o a finales de año a más tardar, como la fecha idónea para un congreso extraordinario del partido en el que se decida un cambio de liderazgo. Entienden los dirigentes del PP que debe de ser Mariano Rajoy quien pilote este proceso, aunque advierten de que ya no puede haber "dedazo" como en otras épocas. Por eso creen que el sucesor debe partir de un consenso previo entre los principales dirigentes y ser además elegido en un congreso extraordinario.

Habrá que esperar al martes para saber si Mariano Rajoy ha decidido qué quiere hacer en el futuro y si ha diseñado una hoja de ruta para el partido.

No puede retrasarlo mucho más porque al PP le toca, como a todos los demás, prepararse para las elecciones de mayo de 2019 -autonómicas, locales y europeas- y decidir también quienes serán sus candidatos para tan crucial cita.

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