El futuro incierto de los expresos españoles de Guantánamo

    • Tras el 11S, Hamed Abderrahman Ahmed ingresó en la prisión de Guantánamo en 2002 acusado de pertenecer a la banda terrorista Al Qaeda.
    • En 2002, Ikassrien fue trasladado a Guantánamo donde permaneció hasta el 18 de julio de 2005. Durante su estancia en prisión los agentes españoles le acusaron: "de ser un traficante de drogas".
Dos sudaneses presos en Guantánamo son transferidos a Sudán
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Hamed Abderrahman Ahmed

Hamed Abderrahman ingresó en la prisión de Guantánamo en 2002. Fue acusado de pertenecer a la banda terrorista Al Qaeda. Tenía 28 años.

Nacido en Ceuta, Abderrahman decidió irse a Irán en julio de 2001. Llevaba tres años con la idea en la cabeza: quería ingresar en el ejército talibán.

Todo empezó en el barrio Principe Alonso de Ceuta, su localidad natal. Allí conoció a algunos miembros de Al Qaeda y empezó a mostrar simpatía por las ideas del movimiento. "Se podía vivir muy bien practicando la ley islámica", le dijeron. Y Abderrahman no se lo pensó dos veces. En el verano de 2001, aterrizó en Afganistán. Solo su hermano sabía de su paradero.

Una vez allí, las cosas marchaban como él esperaba: "Había clases de idioma, gramática árabe, rezos Ramadán, también la yihad", relataba en una entrevista a 'El País'.

Tras los atentados del 11 de septiembre, su destino empezó a cambiar en el país. Él y otros extranjeros recibieron una orden que les obligaba a abandonar el territorio. Y entre montañas, Abderrahman decidió huir a Pakistán. Cuando llegó a la frontera, fue detenido por los militares pakistaníes. Al día siguiente, fue enviado por los estadounidenses a Kandahar. Tras tomarle testimonio, fue declarado "combatiente enemigo" y enviado a la prisión de Guantánamo (Cuba).

El 30 de enero de 2002, el Gobierno español emitió una orden en la que afirmaba que de los 598 detenidos en la cárcel de Guantánamo, dos eran españoles. En marzo, representantes de la embajada de España en Washington se despalazaron a la prisión para combrobar su estado.

En 2003, Baltasar Garzón dictó una auto en el que acusaba aAbderrahman de pertenecer a una integración terrorista. Un año depués, fue trasladado a España y condenado a seis años de prisión. Todo ello, a pesar de que Hamed reiteraba que nunca había pertenecido ni recibido instrucción del ejército talibán. El 13 de julio de 2004, el Tribunal Supremo decició aceptar su recurso y ponerle en libertad.

Durante su declaración en el juicio, Hamed sentenciaba que su ingreso en Guantánamo "le había detrozado la vida".Lahcen Ikassrien

Lahcen Ikassrien decidió emigrar de Marruecos a España en 1990 para buscar trabajo. Tras diez años prestando sus servicios en la industria de la construcción, se marchó a Afganistán, "atraido por sus creencias musulmanas", asegura.

Este ciudadano marroquí también vio truncado su destino depués del 11-S. Con los atentados en las torres gemelas, Ikassrien es capturado en Kunduz, por tropas de la Alianza del Norte (uno de los aliados de EE.UU), quienes le venden por 75.000 dólares al Ejercito norteamerciano como combatiente.

Ikassrien es de inmediato trasladado a a Mazar-i-Sharif en un camión junto con cientos de prisioneros, desde donde fueron bombardeados por el Ejército estadounidense. Solo 40 sobrevivieron, entre ellos él.

Después fue llevado a la prisión norteamericana en Kandahar. Allí fue torturado. "Los soldados te apaleaban, apagaban sus cigarrillos sobre cualquier parte de tu cuerpo, te daban culatazos", declaraba a el diario 'El Mundo' en 2008.

En 2002, Ikassrien fue trasladado a Guantánamo donde permaneció hasta el 18 de julio de 2005. Durante su estancia en prisión recibió varias visitas de agentes españoles quienes le acusaron, en la mayoría de las ocasiones, "de ser un traficante de drogas", explica.

Una vez en España, fue interrogado por el juez de la Audiencia Nacional, Grande Marlaska. Marlaska decretó prisión preventiva para Ikassrien durante un año.

En 2006, fue puesto finalmente en libertad alegando que toda su condenación estaba basada en pruebas aportadas por las autoridades estadounidenses que ya habían sido anuladas por el Supremo.

Desde entonces Ikassrien ha tenido que hacer frente a nuevos problemas. Es un 'sin papeles'. España se niega a darle documentación y Marruecos a expedirle un pasaporte.

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