El Gobierno admite por escrito que no puede ilegalizar la Fundación Franco

La Fundación Nacional Francisco Franco podrá seguir operando con total normalidad. El Gobierno de Mariano Rajoy reconoce que no puede hacer nada para declarar ilegal la organización que, según se puede leer en su ideario, tiene como "objetivo prioritario la difusión de la memoria y obra de Francisco Franco". El Ejecutivo admite que la fundación que nació en 1976 se acoge a la ley y que, incluso, le ampara la Constitución.

Han sido 218.600 las firmas que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica presentó la semana pasada en el Congreso de los Diputados para solicitar la ilegalización de la Fundación Francisco Franco. El argumento que emplean es que la organización cuya presidenta de honor es Carmen Franco Polo, duquesa de Franco, tiene entre sus objetivos la "proyección del ideario" del dictador "sobre el futuro de la vida española", "enaltecer la figura de Franco" y "preservar su legado". Pero a pesar de esta iniciativa, las leyes amparan a la Fundación Francisco Franco. 

Así lo justifica el Gobierno en una repuesta parlamentaria por escrito a los diputados de Unidos Podemos Antón Gómez-Reino y Yolanda Díaz, que preguntan por la posibilidad de que el Pazo de Meirás, propiedad de la familia Franco, pase a ser gestionado por la Xunta de Galicia. En esa respuesta, el Gobierno admite que el derecho de fundación para interés general se reconoce en la Constitución y se desarrolla en la Ley 50/202, de 26 de diciembre, de Fundación, desarrollada por el Real Decreto 1337/2005, de 11 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Fundaciones de competencia estatal.

El Gobierno del PP admite en dicha respuesta que no puede limitar ese derecho constitucional a la Fundación Francisco Franco. No puede hacer nada ante una fundación que en su declaración de intenciones defiende que Franco fue un "personaje histórico" y admite que su objetivo es difundir su legado "a pesar de las dificultades". El Ejecutivo justifica su posición afirmando que solo podrían ilegalizar la fundación "cuando se persigan fines o utilicen medios tipificados como delito". No puede ilegalizarla, en definitiva, porque no está realizando ninguna actividad al margen de la ley, explica el Gobierno por escrito.

Polémicas con la Fundación Francisco Franco

En las últimas semanas se han repetido una serie de polémicas en las que se ha visto envuelta la Fundación Francisco Franco. La caja de los truenos la abrió Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, en septiembre cuando afirmó que "todos" los españoles deben cumplir la ley y sugirió a la familia Franco que, si no desea ajustarse a las normas estipuladas de visitas para el Pazo de Meirás, lo tiene "fácil": que donen el inmueble al patrimonio autonómico. Unos días antes, Jaime Alonso, portavoz de la fundación Francisco Franco, había afirmado que en el Pazo gallego se debería mostrar la "grandeza de Franco". Para él, "la grandeza de Franco está en sus obras, la grandeza de Franco se proyectó mas allá de su vida".

La semana pasada, en el programa 'Más vale tarde', el mismo portavoz de la Fundación Francisco Franco tuvo un encontronazo con la presentadora, Mamen Mendizábal. Jaime Alonso aseguró que el caudillo no solo fue un demócrata que había "legitimado durante 40 años por los españoles" sino que si había agua en algunos pantanos de España era "gracias a los pantanos que construyó él". La periodista le respondió: "No reescriba la historia, Franco fue un dictador".

Con el diputado de En Marea, Antón Gómez-Reino también ha habido varias polémicas. El parlamentario gallego defendió en febrero de este año en la Comisión de Interior una proposición no de ley (PNL) en la que se instaba al Gobierno a investigar a la entidad que, desde su punto de vista, violaba la Ley de Fundaciones al no perseguir el interés general ni el respeto a los Derechos Humanos. La Fundación Francisco Franco le respondió con este tuit:

Más tarde, en un comunicado publicado en su web, la Fundación Francisco Franco afirmó: "De acuerdo en que nadie concebiría una fundación Adolf Hitler en Alemania. Sin embargo, comparar a Hitler con Francisco Franco es un ejercicio de manipulación en estado puro, es como comparar a Atila con Felipe II. Comparaciones tan alejadas de la realidad descalifican a quien las propone". Y añadió: "Francisco Franco no sólo merece tener a su nombre una fundación que defienda su inmensa obra política, económica y social, sino que merece una plaza o avenida en cada ciudad y pueblo; merece colegios, aeropuertos, universidades y hospitales; centros de investigación, acuartelamientos militares y hasta un Tercio de la Legión a su nombre".