El Gobierno australiano desiste de imponer copagos a las consultas médicas

  • El primer ministro australiano, Tony Abbott, anunció hoy que dio marcha atrás en su plan de imponer a los pacientes el pago adicional de 7 dólares locales (5,77 dólares o 4,68 euros) por las consultas médicas, una de sus propuestas claves para equilibrar el presupuesto del país.

Sídney (Australia), 9 dic.- El primer ministro australiano, Tony Abbott, anunció hoy que dio marcha atrás en su plan de imponer a los pacientes el pago adicional de 7 dólares locales (5,77 dólares o 4,68 euros) por las consultas médicas, una de sus propuestas claves para equilibrar el presupuesto del país.

Los copagos a las consultas médicas iban a permitir un ahorro de unos 3.500 millones de dólares locales (2.885 millones de dólares o 2.346 millones de euros) en los próximos cinco años, dinero que iba a ser invertido en un fondo para financiar las investigaciones médicas.

Este plan y la liberalización de las tarifas de las carreras universitarias eran dos de sus medidas claves para equilibrar el presupuesto, aunque eran altamente impopulares y con pocos apoyos en el Senado, donde el Gobierno no tiene mayoría.

Abbott también anunció, en una rueda de prensa en Camberra, que, a partir del próximo 1 de julio, se reducirá en 5 dólares locales (4,12 dólares o 3,35 euros) los reembolsos que da el sistema de sanidad pública (Medicare) a los médicos por las consultas de los adultos que no reciban beneficios sociales.

Aunque agregó que dejará en manos de los médicos la decisión de cobrar este monto a sus pacientes.

Hace unos días, Abbott también tuvo que realizar cambios a otra de sus políticas bandera, los pagos por licencias de maternidad.

Abbott, que ayer admitió que atraviesa por una "mala racha" en las encuestas de opinión, anunció a sus correligionarios el mes pasado que debía deshacerse de "uno o dos lastres" antes de la Navidad.

Según una encuesta publicada en noviembre, la popularidad de Aboott entre los votantes australianos cayó hasta el 38 por ciento, mientras que la del líder del partido Laborista, principal grupo opositor, Bill Shorten, subió hasta el 46 por ciento.

De celebrarse unos sufragios hoy día, los votantes mandarían a Abbott y su coalición conservadora a la oposición con el 48 por ciento de las papeletas frente al 52 por ciento de los Laboristas.

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