Fenadismer, Fetransa y Feintra se unen

El Gobierno confía en que el 'caballo de Troya' de las patronales frene los paros

Las asociaciones que mantienen una relación más fluida con el Ejecutivo se unen a esta protesta, lo que crea un escenario más propicio para negociar. Hasta ahora la plataforma convocante lo había evitado. 

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El Gobierno confía en que el 'caballo de Troya' de las patronales frene los paros.
Álvaro Ballesteros

"No vamos a ceder ante el chantaje de una minoría", afirmó hace escasos cinco días la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ante el anuncio de una asocación minoritaria de "parar" todos sus camiones. Pero, ni siquiera se había cumplido una semana de aquellas declaraciones, cuando el Gobierno anunció -tras un acuerdo con las asociaciones de transporte que sí considera representativas- medidas que aliviaran la tensión que, por días, iba creciendo en las carreteras. Sin embargo, la Plataforma desbarató este pacto, calificado de "logro" entre las asociaciones y el Gobierno, con su rechazo frontal. Una posición que ha presionado a otras agrupaciones-que mantienen una relación cordial con el Gobierno- a unirse a las protestas. 

El pasado lunes, el Gobierno aprobó junto con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (donde se encuentra la mayoría de los camioneros representados) una batería de medidas que 'calmaran' a los transportistas. Entre ellas, se aplicaría "una reducción efectiva del precio del gasóleo para los transportistas". Esta bonificación sería "sustentada" por el presupesto público y por las comercializadoras de combustibles (como, por ejemplo, Repsol). Una medida que supondría en torno a 500 millones de euros. Por otro lado, se acordó también reducir el tiempo de espera (de un trimestre a un mes) para recibir de forma parcial el Impuesto de los Hidrocarburos, un mecanismo del que solo se benefician los transportistas.

Unas medidas que han sido rechazadas por una plataforma que ha provocado una protesta 'histórica' en el sector del transporte. Ellos, que son principalmente autónomos, nunca han querido formar parte del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), que fue creado en 1987 como 'instrumento' de interlocución entre las empresas del sector y el Gobierno y donde se encuentran integradas  plataformas -como Fenadismer, Fetransa y Feintra- que acumulan una larga experiencia de más de tres décadas en mesas de reuniones con los diversos ejecutivos. 

"El CNTC fue creado en 1987 como 'instrumento' de interlocución entre las empresas del sector y el Gobierno"

Es por esto último por lo que la plataforma -creada en 2007- se niega a participar dentro del Comité, pues cree que las otras organizaciones han traicionado el interés del sector en favor del yugo gubernamental. Otra de las razones por las que rechazarían entrar es porque su 'voz' apenas se escucharía al no tener suficientes empresas afiliadas en proporción con el resto. Sobre esto último, -y según los datos del Ministerio de Transportes- la CNTC tiene cerca de 166.000 empresas representadas, mientras que en la Plataforma solo cuenta con una horquilla de entre 1.000 y 3.000 compañías.

raquel sanchez
El Gobierno confía en que el 'caballo de Troya' de las patronales frene los paros.

Ministerio de Transportes

Ahora, las compañías que mantienen una interlocución más fluida se unen a estos parones, un escenario que permitiría al Gobierno ver un interlocutor válido con el que llegar a consensos para frenar el aumento de tensión que se lleva viviendo en las carreteras en los últimos días. Así, las asociaciones de transporte han hecho comunicados en los que aseguran que la subida de los precios de los carburantes se debe a "la situación bélica que se vive a nivel internacional tras la invasión rusa de Ucrania", una afirmación que 'compra' el discurso al Gobierno, ya que esta espiral venía de mucho antes; y con un lenguaje 'tibio', tachando las medidas del Ejecutivo de "insuficientes".

El Gobierno consigue así su gran objetivo: no dialogar con la plataforma que, pese a sus pocos afiliados, ha puesto en jaque el sistema logístico del país y que, además, quería acabar con el instrumento (el CNTC) instaurado desde el siglo pasado para negociar con los transportistas. Una situación que no solo incomodaba al Gobierno, sino también a las asociaciones, que ahora secundan la protesta ante la evidencia de una fuga de sus asociados, atraídos por el discurso reivindicativo de la Plataforma.

Esta mañana, el Ejecutivo ha mantenido una nueva reunión con el Departamento de Mercancías del Comité Nacional del Transporte por Carretera. Según la ministra Calviño, "estamos plenamente comprometidos con el sector del transporte. Esta nueva reunión abordará de forma concreta y definida medidas eficaces y mantendrá el diálogo con los legítimos representantes del sector el tiempo que sea necesario porque tiene la firme voluntad de alcanzar acuerdo". 

Por otro lado, esta tensión que vive España salpica a las grandes empresas de transporte internacionales, como la norteamericana United Parcel Service (UPS). Fuentes de la compañía afirman a este periódico que "las continuas acciones de reivindicación laboral pueden interrumpir nuestro servicio en lugares concretos". Para ello, la empresa ha anunciado que prepara "planes de contingencia" con los que pueda "minimizar cualquier posible interrupción del servicio".

Mientras el Gobierno trata de que se arregle esta situación con la entrada de un actor más fiable en las protestas, las empresas de España sufren la falta de suministro, como ocurre en la fábrica de pasta de Oramas (Cádiz). "El último camión que vino llegó escoltado por un coche de la guadia civil. Pero, aún así, no están viniendo a recoger la producción de pasta para llevarlos a los supermercados porque tenemos los almacenes hasta arriba", afirma un trabajador. Pero esta empresa gaditana no es una excepción, sino un ejemplo más de las varias decenas de compañías que ya han anunciado un "colapso" en el suministro, como Danone o Heineken.

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