El Gobierno de Pakistán rehúsa entrar en la acusación contra Musharraf

  • El Gobierno provisional de Pakistán rehusó hoy entrar como parte en la causa abierta por alta traición contra el expresidente golpista Pervez Musharraf, que continúa en arresto domiciliario y casi aislado en su residencia de la capital.

Islamabad, 22 abr.- El Gobierno provisional de Pakistán rehusó hoy entrar como parte en la causa abierta por alta traición contra el expresidente golpista Pervez Musharraf, que continúa en arresto domiciliario y casi aislado en su residencia de la capital.

Medios locales han reflejado la decisión del Ejecutivo encabezado por el magistrado Hazar Khan Khoso, que ha respondido con una negativa a la solicitud del Tribunal Supremo de personarse como parte de la acusación que se sigue contra el antiguo golpista.

El ministro interino de Justicia, Ahmer Bilal, declaró a media tarde ante los medios que el Gobierno tiene como prioridad garantizar la correcta celebración de los próximos comicios de mayo y que el juicios contra el exmilitar "es cuestión del Supremo".

La decisión gubernamental llega como uno de los pocos respiros que ha tenido Musharraf, que el pasado viernes se convirtió en el primer exjefe del poderoso Ejército paquistaní en ser arrestado y, tras algunos vaivenes, confinado en su mansión de Islamabad.

Después de que uno de sus abogados se jactara el pasado jueves de que el general estaba en su domicilio "fumando cigarros y bebiendo café", la situación ha cambiado ya que las autoridades han establecido unas condiciones carcelarias para el ilustre detenido.

Personal de la cercana prisión de Adiala, según el diario Express Tribune, se ha hecho cargo de la casa -incluso de la cocina- y Musharraf ha sido confinado en casi aislamiento, por lo que sus letrados se han quejado hoy de que se les impedía ver al exgeneral.

"Sus tres letrados son los únicos que tienen autorización para visitarlo pero con horarios controlados, como en prisión", dijo a Efe un miembro de la Jefatura de Policía de Islamabad, Javed Razá.

Unos de sus asesores y secretario general de la formación política liderada por el exmilitar, Mohamed Amjad, denunció ayer que las condiciones "son más duras que si estuviera en la cárcel" y hoy ha manifestado su preocupación por la salud del detenido.

El caso por el que han arrestado Musharraf se refiere al final de su régimen, cuando en 2007 su Gobierno ordenó detener a 60 jueces, hecho en el que el Tribunal Superior de Islamabad ve indicios de prevaricación e incluso terrorismo.

Además, el exgolpista tiene una causa abierta por alta traición en el Supremo y otras dos en sendos tribunales por presunta relación con los asesinatos de la exprimera ministra Benazir Bhutto en 2007 y de un líder nacionalista de la región de Baluchistán un año antes.

Los jueces han decretado al menos dos semanas de arresto domiciliario para Musharraf, aunque lo inédito de la situación, por tratarse de un expresidente y exjefe de las Fuerzas Armadas, ha abierto muchos interrogantes sobre cómo evolucionará este episodio.

La detención de Musharraf se produjo poco después de que el expresidente golpista regresara al país para participar en los comicios generales del próximo 11 de mayo, aunque las autoridades electorales han rechazado su candidatura en la cita a las urnas.

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