La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha anunciado este jueves que el Gobierno elevará el objetivo de déficit público al 2,7% del PIB este año y al 1,8% en 2019, frente a las previsiones del 2,2% y del 1,3% que estimaba el Ejecutivo anterior de Mariano Rajoy.
Así lo ha anunciado Calviño en una rueda de prensa tras la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) en la que ha asegurado que la senda de reducción del déficit del antiguo Gobierno "no era realista". "Si nos empeñamos en mantener el objetivo de nuestros predecesores, estaríamos obligados a adoptar medidas de ajuste de gran magnitud", ha añadido. En concreto, la ministra ha asegurado que en ese caso "se podrían perder entre cuatro o cinco décimas de crecimiento real del PIB y también sufriría la creación de empleo".
A juicio de Calviño, los objetivos del Ejecutivo de Mariano Rajoy eran "igual de inalcanzables independientemente del signo del partido" y la revisión de la senda de consolidación fiscal "era necesaria sobre la base de la herencia" con la que se ha encontrado el Ejecutivo de Pedro Sánchez. En cambio, ha defendido que la nueva senda de consolidación fiscal permite una reducción del déficit público "que permita hacer compatible" los compromisos asumidos por España en materia de estabilidad presupuestaria con la creación de empleo y el crecimiento económico.
Calviño ha comunicado esta nueva senda de consolidación fiscal al comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, en una reunión bilateral que han mantenido este jueves y que ha calificado de "extremadamente constructiva". En el encuentro, la titular de Economía le transmitió que la revisión del déficit "permite mantener los compromisos de estabilidad presupuestaria" en un "escenario realista" y "atender a la necesidad de crear empleo".
En esta línea, preguntada por si el comisario ha acogido favorablemente estos nuevos objetivos, la ministra se ha limitado a afirmar que "en este momento la Comisión Europea no tiene que decir ni sí ni no" y que Bruselas emitirá su opinión al respecto en otoño cuando valore los borradores presupuestarios de todos los Estados miembros. "Quien determina la senda de su déficit público son los gobiernos nacionales", ha expresado.
Antes del cambio de Gobierno, organismos internacionales como la Comisión Europea o la OCDE, así como el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), estimaban que sería improbable que España lograse cumplir con estos objetivos de déficit.
Con respecto al esfuerzo estructural del 0,65% del PIB que Bruselas exige para 2019, Calviño ha señalado que las normas europeas permiten cierta flexibilidad y ha asegurado que el Gobierno adoptará ajustes equivalentes al 0,4% del PIB, que se corresponden con una cifra de 4.470 millones de euros. "Dentro de estos márgenes, el Gobierno de España toma una aproximación cauta, prudente, que se corresponde con un esfuerzo estructural del 0,4% para el ejercicio próximo", ha manifestado.
El ajuste estructural puede alcanzarse mediante el aumento de los impuestos o un recorte de los gastos, pero Calviño ha preferido no entrar en los "detalles" de este asunto durante su comparecencia de prensa.
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