El Gobierno español asegura que mejorará la seguridad y dignidad del paso fronterizo de Melilla

  • Madrid.- El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado hoy que el Gobierno trabajará para mejorar las condiciones de "seguridad" y "dignidad" en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla porque cree que estas fronteras tendrían que ser "más adecuadas" a lo que es una relación de vecindad con Marruecos.

El Gobierno marroquí da el visto bueno a Alberto Navarro como nuevo embajador en Rabat
El Gobierno marroquí da el visto bueno a Alberto Navarro como nuevo embajador en Rabat

Madrid.- El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado hoy que el Gobierno trabajará para mejorar las condiciones de "seguridad" y "dignidad" en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla porque cree que estas fronteras tendrían que ser "más adecuadas" a lo que es una relación de vecindad con Marruecos.

Moratinos, que ha comparecido ante la comisión de Exteriores del Congreso, se ha referido a esta cuestión fronteriza, que suscitó ciertas tensiones entre España y Marruecos el pasado agosto y en este contexto ha lamentado las críticas que el ex presidente del Gobierno José María Aznar y el dirigente del PP Esteban González Pons lanzaron entonces contra el Ejecutivo.

Sólo añadieron "tensión y alarma" ha dicho el titular de Exteriores, mientras que ha valorado el comportamiento del líder popular, Mariano Rajoy, cuyas declaraciones al respecto fueron, a su juicio, "correctas y equilibradas".

También se ha referido al problema de los derechos humanos del pueblo saharaui y de los activistas y ha afirmado que se está "mejorando" para que los éstos puedan trabajar sin problemas.

De hecho, ha señalado, cada vez son más los que entran y salen del Sahara y se desplazan a otros países con "plena libertad".

Al mismo tiempo ha insistido en que los programas de reunificación familiar los debe también ejecutar el Frente Polisario y no sólo exigirle a Marruecos que los cumpla.

De esta forma, ha respondido a lo que le han planteado los distintos grupos políticos, como ERC, que, a través de su portavoz en la comisión, Joan Tardà, ha pedido al ministro que el Gobierno adopte una postura "más rotunda" ante Marruecos en lo que respecta a la violación de los derechos humanos del pueblo saharaui.

Un problema que, de nuevo, ha vuelto a saltar después de que ayer el actor Guillermo Toledo, ha explicado, denunciara haber sido agredido por las fuerzas de seguridad marroquíes cuando se encontraba en el Sahara Occidental para hacer de "escudo humano" ante posibles represalias contra activistas saharauis.

Tardá ha aprovechado su intervención para hacer una crítica del nuevo embajador de Marruecos, Ahmedu Uld Suilem, antiguo miembro del Frente Polisario, según ha recordado, a quien ha calificado como un "'botifler'" (vocablo catalán que en castellano significa colaboracionista) y de quien ha dicho que le "parece incluso un insulto" a las complejidades de la historia.

Se ha preguntado si al ministro no le costaría "tragar saliva" cuando le presentó sus credenciales diplomáticas. "A mí sí", ha recalcado.

El diputado de IU Gaspar Llamazares ha apelado a afrontar "con decisión" la cuestión del Sahara, aunque se ha mostrado partidario de mantener buenas relaciones "vecinales" sin ignorar los contenciosos o mirar hacia otro lado "en las zonas calientes".

Gustavo de Arístegui, por parte del PP, ha hecho hincapié en que Marruecos es una "prioridad estratégica" para cualquier gobierno "sensato" y la relación tiene que sostenerse en el respeto, la claridad y la "firme defensa" de los intereses españoles.

Ha reclamado al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que haga diplomacia "de seguridad" y no una política partidista que pueda agravar los problemas con el reino alauí.

Igualmente ha señalado que el acto de bloqueo de una frontera, en alusión a los problemas ocurridos en Melilla en verano, es una acción "ilegal" y no le parece "aceptable" que se insulte a la Policía.

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