El Gobierno tiene prácticamente listo el decreto de implantación de una renta mínima vital para aquellas familias sin ingresos y que hayan sido golpeadas, más si cabe que otras, por la crisis del coronavirus. El diseño de la prestación está puliéndose entre varios ministerios, siendo el departamento de José Luis Escrivá el que lleva la iniciativa. Una de las claves de esta salario social será su cuantía final. En este momento los trabajos realizados apuntan a que rondará los 450 euros al mes por beneficiario, según indican fuentes del Ejecutivo, una cantidad similar a otros subsidios aprobados ya en consejo de ministros en los últimos días.
La renta mínima o básica está siendo pulida en estos días por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social de Escrivá y por la Vicepresidencia social dirigida por Pablo Iglesias. También el equipo de la vicepresidenta económica Nadia Calviño está implicado. Son días de llamadas, intercambios de documentos y negociación en la sombra con el objetivo de aprobar esta prestación para personas que se han quedado sin ingresos lo antes posible.
Las fuentes consultadas apuntan a que la decisión podrían tomarse en un inminente consejo de ministros. Incluso apuntan al que se celebrará el martes como una fecha posible. Para ello, eso sí, deberá pasar el trámite previo de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos de este viernes y la de Secretarios y Subsecretarios de Estado -que está previsto que presida Carmen Calvo, aún convaleciente en su domicilio, por vídeoconferencia- del lunes. En cualquier caso se trata de la principal medida de un cuarto paquete social que está preparando el Gobierno (primero fueron los ERTE y las hipotecas, después el subsidio extraordinario por desempleo, luego los alquileres y ahora la renta mínima).
Escrivá lleva ya varios días o incluso semanas echando números, explican fuentes gubernamentales. Es su especialidad. Y viendo cómo encajar esta renta estatal en los modelos autonómicos que ya abonan un ayuda de inserción. El ministro, eso sí, traía mucho trabajo previo hecho. En su etapa en la Airef elaboró un completo informe sobre la implemantación de una renta mínima en España. Analizó todos los escenarios y ahora lo que está haciendo es adaptar ese estudio al 'tsunami' actual. Las mismas fuentes recuerdan que el ministro se llevó de la autoridad independiente al equipo que trabajó este informe y, por tanto, las líneas generales de la renta mínima deberían ser las mismas que las reflejadas en ese completo documento.
El informe 'Escrivá' en la Airef sobre la renta mínima
En este estudio que lleva la 'marca Escrivá, y que data de junio del año pasado -entonces nadie pensaba que el albaceteño llegaría a tener una cartera en el Gobierno-, la Airef planteaba una prestación destinada a desempleados y a trabajadores en activo de unos 430 euros mensuales para los hogares cuya renta anual sea inferior a los 2.840 euros. A esa cantidad se le añadiría un complemento de entre 1.200 y 1.680 euros anuales por cada hijo a cargo. El coste total: 5.500 millones para 1,8 millones de familias beneficiadas. Con ello se reduciría entre un 46% y un 60% la tasa de pobreza severa.
Escrivá y su equipo calculaban la cuantía de la renta mínima a través del 80% del Iprem, que es precisamente el mismo indicador y la misma cuantía que se han tenido en cuenta a la hora de aprobar el subsidio para los trabajadores temporales que no tengan derecho a paro o para las empleadas del hogar. Para ambos colectivos se ha aprobado una ayuda de unos 440 euros. La renta mínima, por tanto, debería rondar esa cuantía.
Alguna fuente apunta que Unidas Podemos está intentando conseguir una cuantía mayor en esta renta mínima. Pero sería un sinsentido teniendo en cuenta las ayudas económicas ya aprobadas, añaden. Hay que recordar que una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por los sindicatos CCOO y UGT en 2017 planteaba un salario social de 426 euros. El partido morado, por su parte, planteó hace unos años una renta básica de un mínimo de 600 euros.
La renta mínima iba a ser una realidad esta legislatura. Así está pactado entre PSOE y Unidas Podemos en su acuerdo de Gobierno: "Desarrollaremos el Ingreso Mínimo Vital como prestación de Seguridad Social. Comenzaremos en un primer momento por el aumento decidido de la prestación por hijo/a a cargo para familias vulnerables, y posteriormente mediante un mecanismo general de garantía de renta para familias sin ingresos o con ingresos bajos". Escrivá, por tanto, lo tenía en su hoja de ruta de cara a la legislatura, pero el coronavirus ha acelerado sus planes. Ahora la duda está en saber si la renta mínima que salga de un inminente consejo de ministros se instaurará definitivamente o será temporal a la espera de un diseño definitivo en próximos meses.
Escrivá, un firme defensor de la renta mínima
En el informe que salió de la Airef el verano pasado, Escrivá y su equipo ya dejaban clara la necesidad de que España tuviera una renta mínima. Así lo argumentaban: "A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de países europeos, España no cuenta
con una prestación que cubra el riesgo general de pobreza. El sistema de garantía
de ingresos mínimos en España es el resultado de la cobertura gradual de determinadas necesidades, formándose la última red de protección como un conjunto de prestaciones diversas ofrecidas por la Administración General del Estado; por las comunidades autónomas, que tratan de cubrir el riesgo general de pobreza a través de las rentas mínimas y otras prestaciones sociales; y las propias entidades locales en sus territorios mediante las ayudas económicas no periódicas de emergencia social".
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios