El Gobierno expresa su "disgusto" por la visita del príncipe Eduardo al Peñón

  • El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha transmitido al embajador del Reino Unido en España, Giles Paxman, el "disgusto y malestar" por la visita que el príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de la reina Isabel II, hará a Gibraltar el próximo mes de junio.

Madrid, 10 may.- El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha transmitido al embajador del Reino Unido en España, Giles Paxman, el "disgusto y malestar" por la visita que el príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de la reina Isabel II, hará a Gibraltar el próximo mes de junio.

El director general de Política Exterior y Asuntos Multilaterales, Globales y de Seguridad, Santiago Cabanas, convocó el pasado martes al embajador británico en la sede del ministerio para trasladarle la queja.

En un escueto comunicado de la Oficina de Información Diplomática (OID), se afirma que el director general, "en el curso de la conversación y entre otros temas, tuvo ocasión de trasladarle el disgusto y malestar del Gobierno por la prevista visita" de los condes de Wessex.

La reunión tuvo lugar al día siguiente de que el Ejecutivo gibraltareño diera a conocer que Eduardo de Inglaterra y su esposa, Sophie Rhys-Jones, visitarían el Peñón entre el 11 y el 13 de junio, con motivo de los actos de conmemoración del 60 aniversario de la coronación de Isabel II.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha explicado que aunque la reunión con el embajador fue el martes, la nota de protesta se divulgó hoy una vez constatado el silencio del Gobierno británico.

"Hemos estado esperando durante 48 horas la respuesta y, como no se ha producido, hemos emitido un comunicado", ha comentado García-Margallo en declaraciones a los periodistas en el Senado.

El Ministerio de Exteriores ha contestado tradicionalmente con una declaración de protesta y malestar cada vez que se ha anunciado la visita al Peñón de algún miembro de la familia real británica, como ocurrió en 2009, cuando la princesa Ana, hermana de Eduardo, inauguró una clínica militar.

El entonces titular de Exteriores Miguel Ángel Moratinos fue quien trasladó en persona a su colega británico David Miliband el "rechazo, consternación e indignación" del Gobierno por el viaje real, aprovechando una reunión ministerial de la OTAN en Bruselas.

Durante el Gobierno de José María Aznar se registraron dos visitas más: en 2003 la princesa Ana viajó a la colonia para conmemorar el 300 aniversario de la conquista británica de Gibraltar, y el príncipe Eduardo estuvo en 2001.

La reina Sofía tiene intención de desplazarse a Londres el próximo día 18 para participar en el homenaje a la reina Isabel II por su sexagésimo aniversario en el trono.

Acudirá al almuerzo que Isabel II y el duque de Edimburgo ofrecen ese día en el Castillo de Windsor a monarcas reinantes de todo el mundo, pero no a la cena que por la noche ofrecerán en el Palacio de Buckingham a los mismos invitados el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles.

Según explicó el martes un portavoz de la Casa del Rey, la ausencia de doña Sofía en esa cena no tiene que ver con la visita del príncipe Eduardo de Inglaterra a Gibraltar.

El viaje del hijo menor de Isabel II tendrá lugar en un momento en el que la cooperación entre el Gobierno español y las autoridades de la colonia se encuentra interrumpida.

García-Margallo decidió dejar en suspenso el Foro de Diálogo tripartito creado en 2004 si no se incorporaban a él los representantes de la comarca gaditana del Campo de Gibraltar.

El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, abordó este tema con el primer ministro británico, David Cameron, durante la entrevista que ambos mantuvieron a finales de febrero en Downing Street, pero las gestiones realizadas no se han traducido en ningún resultado concreto.

García-Margallo también ha transmitido a las autoridades británicas el deseo de reanudar las conversaciones sobre la soberanía de la colonia, cuya última reunión tuvo lugar hace diez años.

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