El Gobierno israelí da marcha atrás en plan para reubicar a 40.000 beduinos

  • El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado marcha atrás en su plan para reubicar a más de 40.000 beduinos del desierto del Néquev (sur), el conocido como "Plan Prawer-Begin", informa la edición electrónica del diario Haaretz.

Jerusalén, 12 dic.- El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado marcha atrás en su plan para reubicar a más de 40.000 beduinos del desierto del Néquev (sur), el conocido como "Plan Prawer-Begin", informa la edición electrónica del diario Haaretz.

El ideólogo del plan, el ex ministro Benny Begin, anunció en rueda de prensa en Tel Aviv de que el jefe del Gobierno aceptó su recomendación de no aplicar el plan debido a la fuerte oposición que ha encontrado en todo el espectro político y social de Israel.

"La derecha y la izquierda, judíos y árabes, se unieron -a expensas de muchos beduinos en crisis- para sacar las cosas de quicio (...) para su propio beneficio político", aseguró el ex ministro al criticar a aquellos que se opusieron.

"Lo hicimos lo mejor que pudimos, pero a veces se debe afrontar la realidad", subrayó.

El proyecto de ley para la reubicación de beduinos en el Negev, territorio que ocupa la mitad de la superficie de Israel, fue aprobado por el Gobierno israelí en 2011 y readaptado en 2013.

El plan trataba de regular la situación de decenas de miles de beduinos que habitan en aldeas no reconocidas de ese desierto, según el Gobierno israelí como parte de un proyecto más amplio que pretendía impulsar el desarrollo económico y social de la región.

"Seguiremos los esfuerzos hasta resolver este importante asunto en beneficio de todos los habitantes del Negev", aseguró esta tarde Netanyahu sin revelar si tratará de sacar adelante otro proyecto de ley.

Los organizadores de la campaña internacional contra el plan, que el mes pasado generó violentas protestas en el Negev y en varias ciudades de Israel, expresaron su satisfacción a través de su página web.

"Nuestra lucha ha sido fructífera. Ganamos. El Plan Prawer ha sido derribado", dijeron.

Los beduinos denunciaban que el objetivo era despojarles de sus tierras para concentrarlos en pueblos que en nada mejorarían sus ya de por sí desfavorables condiciones de vida, y todo ello con el fin de destinar sus tierras a la repoblación judía de ese desierto.

Tampoco la derecha nacionalista israelí veía el plan con buenos ojos, porque, denunciaban, suponía la adjudicación en propiedad de cuantiosas tierras del Negev a la población beduina.

La propiedad de las tierras está en litigio desde hace más de cuatro décadas y fue el Tribunal Supremo de Israel el que aconsejó al Gobierno encontrar una fórmula política consensuada para poner fin a la disputa.

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