El Gobierno no cerrará la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos que sufrió el atentado

Burgos.- El Ministerio del Interior no se plantea cerrar la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos que el pasado 29 de julio fue objeto de un atentado de ETA, cuya reutilización está prevista una vez que se subsanen los graves daños sufridos.

Así lo ha manifestado hoy a Efe la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, que ha descartado así la petición de la Asociación Unificada de Guardias Civiles de que se elimine el sistema de casas cuarteles y se dé otro uso al inmueble.

La subdelegada ha señalado que el destino "es incuestionable" y ha precisado que la única duda en este momento, que se resolverá cuando se conozca el resultado de informes técnicos que realizan empresas privadas, es si será necesario el derribo total o bastará con uno parcial de las zonas más afectadas por la explosión.

Una vez se adopte la decisión, se redactará un proyecto de construcción o rehabilitación y el Ministerio del Interior publicará un decreto de urgencia por el que se habilitará el presupuesto extraordinario para acometer las obras necesarias.

La subdelegada del Gobierno ha reconocido que la vuelta de los guardias civiles y sus familias al lugar donde sufrieron el atentado puede ser "complicada", aunque ha considerado que "son profesionales, saben que la suya es una profesión de riesgo y que hay que vencerlo con profesionalidad, frialdad, objetividad y experiencia".

En este momento ya se ha realizado casi la tercera parte de las mudanzas de las 93 familias que vivían en la casa cuartel hasta alojamientos provisionales en viviendas nuevas que la Subdelegación del Gobierno en Burgos ha conseguido gracias a la colaboración de empresas constructoras.

Se ha optado por una reproducción lo más parecida posible de la situación de las familias en la casa cuartel, y Berta Tricio ha dicho que sólo se ha producido una queja en todo el proceso de realojo, la de un matrimonio con un solo hijo que han escrito al Ministerio del Interior protestando porque el piso que les han ofrecido sólo tiene 81 metros cuadrados, y el de la casa cuartel tenía 120.

Berta Tricio ha asegurado que los reclamantes recibirá respuesta por escrito y ha recordado que el criterio de reparto ha sido el de conceder las viviendas más grandes a las familias con mayor número de miembros.