El nuevo Gobierno que formará Pedro Sánchez prevé que el actual Ministerio de Fomento pase a denominarse Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, tal y como recogía el programa electoral del PSOE, para centrar esfuerzos en el objetivo de desarrollar una movilidad sostenible, eficiente y segura.
Así lo anunció el pasado 14 de junio la secretaria general de Transporte, María José Rallo, durante la XLII Asamblea General de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), celebrada en Granada.
El programa electoral del PSOE recogía que, en la próxima legislatura, el Ministerio de Fomento pasará a denominarse Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana y se priorizarán las inversiones de trenes de cercanías y promoverán tarifas competitivas en el ferrocarril de media y larga distancia con el fin de aumentar un 30% el número de pasajeros en este modo en 2025.
Astic informó este lunes en un comunicado de que, según apuntó Rallo, la variación de nombre "va más allá de una simple nomenclatura, sino que responde a un cambio cultural en la propia organización del ministerio".
La secretara general añadió que la nueva cartera ministerial responderá a "concebir la movilidad como un derecho para las personas, un elemento de crecimiento económico para las empresas a través del transporte de mercancías y como un elemento de cohesión social", de acuerdo con Astic.
La patronal ha valorado la medida y ve así cumplida "su perenne reivindicación, desde hace varias legislaturas, de reconocimiento institucional de considerar las actividades del transporte como un sector estratégico de la economía española al mismo nivel que la energía, el turismo o la agricultura".
Astic ha manifestado su satisfacción de que el Gobierno finalmente reconozca y aporte la visibilidad que el transporte se merece ante la Administración y la opinión pública, para llegar a ser considerado como sector estratégico y vertebrador de la economía española, sin el cual, las modernas sociedades perderían su capacidad productiva de bienes y servicios y caerían rápidamente en un proceso de cohesión hacia una negativa fragmentación territorial.
La asociación ha recordado que, considerando tan sólo el modo de carretera, el transporte ya aporta más de 4,5 % del PIB español y más de 10.000 millones de euros anuales a las arcas públicas.
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