El Gobierno rechaza usar la conferencia como un "ajuste de cuentas" con Mas

  • El Gobierno espera que la lealtad institucional haga de la conferencia de presidentes un altavoz del compromiso común ante la crisis y asegura que no la usará como un "ajuste de cuentas" con el presidente catalán, Artur Mas, aunque éste pueda encontrar un rechazo frontal a sus pretensiones.

Madrid, 30 sep.- El Gobierno espera que la lealtad institucional haga de la conferencia de presidentes un altavoz del compromiso común ante la crisis y asegura que no la usará como un "ajuste de cuentas" con el presidente catalán, Artur Mas, aunque éste pueda encontrar un rechazo frontal a sus pretensiones.

El Ejecutivo tiene la intención de que la reunión de su presidente, Mariano Rajoy, con los de las comunidades autónomas se centre en lo que considera que realmente interesa a los españoles: superar cuanto antes la actual situación económica y generar empleo.

Pese a ello, fuentes del Gobierno consultadas por Efe son conscientes de que todo lo sucedido en las últimas semanas en torno al debate sobre el futuro de Cataluña puede contaminar el encuentro.

Asumen que el propio presidente de la Generalitat puede acudir a la reunión que se celebrará en el Senado con la intención de reiterar sus planteamientos y, en función del desarrollo de los acontecimientos y a menos de dos meses de las elecciones en su comunidad, presentarse tras ella ante Cataluña como una "víctima" del resto de España.

El Ejecutivo no pretende hacer un drama de esa posibilidad, remite a la conferencia para no emitir juicios de valor por anticipado y subraya que todos los asistentes tienen libertad para exponer en su intervención lo que consideren oportuno.

Pero las fuentes citadas recalcan que el Gobierno no va a incitar al resto de comunidades contra el presidente catalán en una especie de "ajuste de cuentas" para evidenciar su soledad y destacan la autonomía de los presidentes regionales para exponer y contestar lo que consideren oportuno.

Más allá del "ruido" que pueda provocar este debate, el Ejecutivo está convencido de que la reunión servirá para lanzar un mensaje de unidad contra el déficit.

Algo que considera trascendental en este momento no sólo para los españoles, sino para la imagen de España en el exterior y para quienes en Europa puedan seguir dudando del compromiso real de las comunidades para equilibrar las cuentas públicas.

El Gobierno da por hecho que se hablará de un nuevo modelo de financiación autonómica porque así lo han avanzado ya varios presidentes regionales.

Rajoy no eludirá ese debate, pero dejará bien claro, como él mismo ha avanzado ya, que no se trata de una prioridad para el Ejecutivo y que, por ahora, lo único que se plantea es hacer una evaluación del modelo actual.

Dejará para más adelante entrar en materia, y, de hecho, prevé que la reforma pueda ser efectiva antes de que acabe la legislatura, en 2015.

El presidente insistirá en que su Gobierno no dejará abandonada a su suerte a ninguna comunidad y pondrá como ejemplo el Fondo de Liquidez Autonómica, al que ya han anunciado que van a acudir varias comunidades.

Pero pedirá responsabilidad para que al final de año todas cumplan con el objetivo de déficit fijado para ellas, el 1,5 por ciento del PIB.

Un asunto ante el que Artur Mas ya ha avanzado que denunciará la "deslealtad" que supone que el Gobierno central se beneficie de toda la flexibilización de los objetivos de déficit permitida por la Unión Europea, sin dar más margen para su cumplimiento a las comunidades autónomas.

Mostrar comentarios