Duras críticas desde Moncloa

El Gobierno 'rompe los puentes' con el PP y ataca a Génova por rechazar la alarma

  • El Ejecutivo asegura que no entiende al partido de Pablo Casado por insistir en que no está de acuerdo en una nueva prórroga.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda
María Jesús Montero, ministra de Hacienda
EFE

Las relaciones entre el Gobierno y el PP siguen enquistadas por el estado de alarma provocado por el coronavirus. Esta vez, ha sido el Ejecutivo el que ha pasado a la ofensiva contra los conservadores, al considerar que su postura de rechazar que se mantenga este periodo excepcional no atiende a razones. La encargada de lanzar estos dardos ha sido la ministra portavoz, María Jesús Montero, que asegura que "no se entiende" esta posición marcada por la dirección del partido que lidera Pablo Casado. Ante lo que se ha preguntado si es porque en Génova entienden que "mañana todos podemos salir sin orden, sin ningún tipo de control". 

"No sé si quiere decir que se aleja del consenso internacional de salir del confinamiento de una forma ordenada", ha señalado la también ministra de Hacienda, que ha asegurado que los efectos sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos se modulan de mejor manera con el estado de alarma. Una figura jurídica para la que ha recordado que es clave el Congreso con la aprobación de las prórrogas correspondientes para que pueda seguir aplicándose. "No podemos entenderlo", ha añadido Montero, que también ha insinuado que el PP parece querer que sea "el Gobierno y no el Congreso de los Diputados el que tenga que establecer cuáles son las reglas para la restricción de derechos fundamentales". 

"Esto es lo que permite luchar contra el virus de la manera adecuada", ha recalcado la portavoz del Ejecutivo, que se ha mostrado contrariada por la insistencia de los 'populares' en no respaldar los planes que salen del Consejo de Ministros o de los comités de seguimiento que se reúnen en Moncloa. "Se necesita que esa salida se vaya haciendo de forma progresiva para que no se tire por tierra el trabajo de los ciudadanos y se produzca un rebrote", ha añadido Montero. Además, ha defendido que las peticiones de prórroga de la alarma, que tendrá que ser votada de nuevo la próxima semana, "no es una decisión caprichosa".

Esta cita de la próxima semana en la cámara baja ha ocupado gran parte de las respuestas de Montero a los periodistas, donde ha vuelto a apelar al "sentido común" de los grupos parlamentarios para continuar en ese "consenso internacional" para que apoyen la alarma. "No nos gusta. Es una necesidad derivada de la pandemia. Hasta que esté controlada, necesitamos el instrumento más garantista. Los propios presidentes autonómicos entienden que es lo mejor. Los que son del PP saben que para ellos también es fundamental", ha señalado la ministra, que ha obviado que algunos jefes de autonomía como Iñigo Urkullu o Quim Torra sí se han mostrado en contra de continuar con esta situación por la invasión que supone a sus competencias. 

Con quien sí se ha mostrado más conciliador el Gobierno es con Inés Arrimadas, que este mismo martes se reunirá con el presidente Pedro Sánchez para discutir el apoyo de Ciudadanos en la votación prevista para el miércoles 20 de mayo. Una conversación en la que hablarán de "todas las materias que consideren de interés", en referencia a esos Presupuestos de reconstrucción que Moncloa quiere plantear más pronto que tarde. Y para los que necesita el apoyo del partido naranja, una vez que el PP se ha autodescartado por el momento para respaldar cualquier medida relacionada con la pandemia. 

Esta cuestión forma parte de las inquietudes del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que no logró su objetivo de reeditar los 'Pactos de la Moncloa' y trasladó el diálogo al Congreso para así acceder a lo que requería el PP. Pero ese entendimiento, que llegaba tras varias tiranteces entre Sánchez y Casado, ya no está sobre la mesa. Por eso, Arrimadas y Cs se han convertido en la prioridad para alcanzar acuerdos de distinto tipo. La alarma de la pasada semana, que a la líder del partido le ha costado las críticas veladas de diputados de su grupo como Marcos de Quinto, fue el primer paso. Ahora, la idea que tienen los naranjas es "influir en las decisiones del Gobierno". Los nuevos presupuestos por el Covid-19 pueden evidenciar esa influencia. 

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