El Gobierno y los partidos lamentan la muerte de Zapata y piden más democracia en Cuba

Madrid.- El Gobierno, los partidos políticos y los opositores cubanos en España han lamentado hoy la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, fallecido tras permanecer 85 días en huelga de hambre, y han aprovechado para pedir al Gobierno de la isla más democracia y respeto a los derechos humanos.

Zapata, un albañil que con su protesta pretendía que se le tratara como "prisionero de conciencia", es uno de los 75 disidentes condenados en 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel y falleció en un hospital de La Habana, adonde fue trasladado el martes desde un centro médico para reclusos dado el deterioro de su salud.

La preocupación del Gobierno español por el estado del disidente ya quedó patente la pasada semana, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores pidió al régimen castrista que diera un trato humanitario a Zapata.

Según han informado a Efe fuentes de ese departamento, Exteriores se interesó por el caso en el marco del mecanismo de diálogo celebrado el pasado día 18 en Madrid para hablar de derechos humanos y de la situación de los presos políticos cubanos.

Desde el Gobierno, su vicepresidente tercero, Manuel Chaves, ha lamentado que el"déficit en la política de derechos humanos" en Cuba haya conducido a "este desenlace".

La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, que hoy se reunía en la Cámara, ha aprobado por unanimidad una declaración en la que se expresa la "honda preocupación" por la situación de los presos de conciencia en Cuba y su liberación.

El texto, leído por el presidente de la Comisión, Josep Antoni Duran i Lleida (CiU), condena "las limitaciones de las libertades políticas y la falta de protección de los derechos humanos en cualquier parte del mundo".

Antes, el coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, ha exigido al Gobierno que suspenda su diálogo con el régimen de Raúl Castro a la vista de la persecución que sigue ejerciendo a quienes se oponen a su dictadura.

Asimismo, y en declaraciones a Efe, le ha pedido que dé marcha atrás en su plan de intentar convencer a la UE durante la presidencia española para que suavice la política hacia el Gobierno de La Habana.

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama a la madre de Zapata, un hombre que representa un "admirable ejemplo de entrega y coherencia para los demócratas de todo el mundo" y cuya muerte "constituye una muestra del apego del pueblo cubano a la libertad y la dignidad".

Gaspar Llamazares, diputado de IU, quien se ha declarado "amigo del pueblo cubano", se ha comprometido a seguir trabajando para que fallecimientos como el del disidente no ocurran "nunca más".

La diputada de UPyD, Rosa Díez, ha solicitado al Gobierno que abandone su "actitud permisiva" con Cuba y le ha urgido a reaccionar "contra esta nueva dramática violación de los derechos humanos".

Varias organizaciones opositoras cubanas asentadas en España también han condenado la muerte.

"Se ha dejado morir a un hombre que estaba en huelga de hambre, reconocido por Amnistía Internacional como preso de conciencia. Es una muerte más en el haber del castrismo y la dictadura totalitaria de Cuba", ha subrayado Antonio Guedes, vicepresidente de la Unión Liberal Cubana.

El secretario general de la Fundación Hispano-Cubana, Javier Martínez Corbalán, ha indicado que "después de dos años largos, la política de conciliación (del Gobierno español) no ha llevado a ninguna parte. La situación de los presos es la misma y no ha habido avances de ningún tipo. Las cosas están cada vez peor y la represión sigue".

También ha deplorado la muerte la plataforma Cuba Democracia Ya (CDY), que ha descrito el suceso como un "asesinato de Estado".

Para la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad (AIL), "esta muerte se suma a la larga lista de atrocidades cometidas por el régimen de los hermanos Castro a lo largo de 51 años, y que incluyen fusilamientos y prisiones injustas para miles de cubanos".

Desde el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), su portavoz, Carlos Payá, ha dicho que "la gran tragedia de Cuba" es el "sistemático olvido de la situación de los presos políticos".