El hombre con más suerte del mundo declara por fin ante el juez

  • Carlos Fabra reaparece hoy públicamente tras seis meses retirado temporalmente de la política por una enfermedad hepática. La puesta en escena será el juzgado número 1 de Nules (Castellón), donde tendrá que declarar ante el juez que le imputa supuestos delitos de cohecho y que ordenará un juicio con jurado, después de siete años de investigaciones.
Carlos Fabra
Carlos Fabra
EFE
C. I.

Bajo su enigmática imagen siempre oculta tras sus gafas de sol, se esconde un gran anfitrión. Carlos Fabra es de esas personas capaz de hacer memorables sus veladas de verano con sólo contar algunos de sus graciosos chistes. Siempre acompañado de un buen puro, de esos que comparte con Mariano Rajoy, es uno de los políticos más intocables del PP, aunque sobre él pesen la imputación por supuestos delitos de cohecho.

Verano tras verano, Carlos Fabra se convierte en ese anfitrión que todo invitado desea y que antaño hacía las delicias del presidencial matrimonio Aznar en su estancia en Les Platgetes de Castellón.

Así ha llegado a ser un intocable con mucha, mucha, suerte. La fortuna no le ha dado la espalda al dirigente castellonense en ningún momento. Probablemente es de los pocos españoles que puede decir que le ha tocado hasta cuatro veces la Lotería en apenas cinco años. Una suerte que hizo sospechar a los inspectores de Hacienda.

Fue hace siete años cuando las cosas empezaron a cambiar en su vida política. Un amigo suyo le traicionó, le puso una demanda y empezó su viacrucis. Desde entonces está sufriendo una de las investigaciones más largas sobre un cargo público. Y fue en ese momento cuando llegó el temor de los máximos dirigentes del PP a hacerse una foto a su lado.

Nueve jueces en siete años

Los jueces que han investigado sus supuestos delitos de cohecho, tráfico de influencias y contra la Hacienda Pública se han ido sucediendo uno otro otro hasta que el noveno de ellos ha conseguido quedarse el tiempo suficiente en el juzgado de Nules (Castellón) para cerrar la instrucción que llevará a Carlos Fabra a sentarse en el banquillo ante un jurado.

Pero antes, el castellonense tiene preparado bajo la manga un nuevo golpe de efecto. Tras seis meses apartado de la vida pública por una enfermedad hepática, reaparecerá hoy ante los ciudadanos, y ante las cámaras, acudiendo por petición propia a declarar ante el magistrado.

Y hoy ante el juez tendrá que echar por tierra la versión de la Fiscalía Anticorrupción, que pide 15 años de pena para Fabra. El fiscal sostiene que entre 1999 y 2004, él y su esposa, María Amparo Fernández, tuvieron ingresos que ocultaron a Hacienda y que no se corresponden ni con el patrimonio ni con la renta que declararon.

Da igual lo que salga en la prensa o lo que juez investigue, Carlos Fabra sigue arrasando en todas las elecciones. Y en la provincia de Castellón, todos conocen su secreto. "Don Carlos" siempre se acuerda de todos sus vecinos y cuando alguien le pide algo, él se presta a ayudarle y eso tiene recompensa en las urnas. Es el gran conseguidor.

La presión mediática y la presión judicial hubieran supuesto el fin para cualquier otro político, pero Carlos Fabra es de los que se crece ante las adversidades y se ha hecho, si cabe, más fuerte. Francisco Camps sigue dependiendo de él en Castellón, sin él el PP tiene difícil reeditar sus éxitos.

Tratamiento en Madrid

En estos meses de ausencia pública, la vida personal de Fabra ha dado un vuelco y ha recibido numerosas muestras de apoyo de los suyos (incluso se vio obligado a celebrar una comida en su querida Platgetes para poder recibir a todos los tocaban a su puerta preocupados por su salud).

Su operación, un trasplante de hígado, tampoco ha estado exenta de polémica. Ha elegido Madrid y no Valencia para seguir su tratamiento pre y posoperatorio. En la capital ha podido estar más cerca de su hija, Andrea Fabra, que sigue sus pasos políticos y es diputada nacional, y de su yerno, el ex consejero de Sanidad del Gobierno de Esperanza Aguirre, Juan José Güemes.

Con Andrea la saga política de los Fabra continúa y muchos son los que dicen que como ya lo fue su bisabuelo, su abuelo y su padre, tiene un puesto reservado al frente de la Diputación castellonense. Es tradición familiar.

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