Una formación para los 'huérfanos' de Unió

Fieles a Pujol y aristocracia empresarial catalana lanzan un partido 'antisecesión'

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol
Europa Press

Un partido surgido desde la empresa, la banca o la abogacía para intentar 'rescatar' a los votantes no independentistas que apoyaron a la antigua CiU. Esa es la intención de varias personalidades de distintos ámbitos, que este lunes anunciaron su intención de formar un nuevo partido para competir en las próximas elecciones catalanas. Una formación con un perfil abiertamente catalanista y que quiere el voto burgués, pero que se diferencia de Junts per Catalunya por su rechazo total al secesionismo. Y que tiene entre sus miembros a destacados miembros de los gobiernos de Jordi Pujol y de los círculos sociales más conocidos de Barcelona. Con representantes del 'Ibex catalán' entre sus miembros destacados

Todos los que impulsan esta nueva formación, que aún no tiene nombre, son viejos conocidos de la sociedad catalana. Y muchos también han estado en política en el pasado. Dos de ellos son los exconsellers de Pujol Francesc Homs i Ferret y Josep Miró i Ardèvol, que acompañaron al expresident en distintas etapas. Ambos abandonaron la política hace más de una década, pero ahora se lanzan a esta aventura con conspicuos apoyos. En concreto, de varios miembros del Cercle d'Economia, del Círculo Ecuestre o que tienen un asiento en los Consejos de Administración de ciertas empresas. Especialmente, en las de medios.

Fuentes conocedoras de cómo se gestó este proyecto señalan que es el "nuevo intento del catalanismo no independentista de lanzar un proyecto político". Algo que surge en buena medida por la desaparición de CiU, y especialmente por quienes se quedaron huérfanos con la práctica disolución de Unió. Es decir, aquellos más alineados con los democristianos a los que el expresident y padre político de Artur Mas integró en su partido para que no se le escapara ni un voto conservador que tuviera un fuerte sentimiento catalanista. 

El 'Ibex catalán' también ha puesto de su parte en que esta nueva marca electoral pueda salir adelante. En medio de la división que vive el mundo de la empresa entre los que son independentistas y los que no, estos últimos hacen una apuesta por recuperar ese espacio que dejó vacío CiU cuando dio el giro oficial al separatismo con Artur Mas al frente. De hecho, los empresarios de este sector y políticos como Manuel Valls han criticado las veleidades secesionistas de quienes pueden compartir con ellos distintos consejos de administración. Sobre todo por todo lo ocurrido en torno al 1 de octubre, cuando algunos de ellos incluso pidieron al lehendakari, Iñigo Urkullu, que mediara con Carles Puigdemont para que convocara elecciones. 

Entre quienes han puesto su nombre a disposición del proyecto están el notario Carlos Cuatrecasas, el vicepresidente del Tribunal Constitucional Eugeni Gay, el exdiputado de Unió Manuel Silva y el exdirector de Catalunya Radio Fèlix Riera. Este último es un ejemplo de la gran vinculación que tienen con los medios algunos de los impulsores en la sombra del partido. 

La gran incógnita está en quién liderará una hipotética candidatura. Las fuentes consultadas descartan por completo al presidente del Cercle d'Economia, Antón Costas, que es el que más suena en los últimos días. Aunque señalan que "él se deja querer", estiman que eso no tiene visos de prosperar porque Costas no quiere confrontar con nadie. "Él prefiere mantenerse en medio, ser alguien de consenso para llevarse bien con todo el mundo", apuntan las mismas fuentes. Por eso, todas las miradas se posan sobre el entorno de Pujol. Especialmente porque los dos exconsellers que estuvieron junto a él no son los únicos que han querido significarse con esta nueva formación. 

Son muchos los nombres que faltan por conocerse. Pero la mayor parte de ellos están relacionados con el propio Antón Costas o con el notario Juanjo López Burniol, que estuvo muy implicado en las negociaciones con Puigdemont para que no siguiera adelante con la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). De hecho, Burniol fue uno de los que se trasladó al País Vasco para pedirle a Urkullu que convenciera al expresident de convocar elecciones. Un viaje que hizo junto a Emili Cuatrecasas, Marian Puig y Joaquim Coello, y que fue muy criticado por los jefes de las compañías que estaban en contra del procés. 

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