El registro de muertes por Covid-19

El INE reanuda la recogida de datos de defunciones tras 3 meses de pandemia

Autoriza a sus delegados a recopilar de nuevo la información de los boletines estadísticos de defunción. No hay previsión de utilizar los datos sobre causas de muerte que figuran en los mismos. 

Fernando Simón, en acción
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Agencias | EFE

El Consejo de Dirección del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha habilitado a sus delegaciones territoriales para reanudar las tareas de recogida física de los boletínes estadísticos de defunción tras dos meses en que esta actividad ha permanecido suspendida por las medidas preventivas aplicadas a la plantilla para prevenir contagios y también por la decisión del INE de no dar a esta información el carácter de prioritaria, que sí se dio por ejemplo a la información sobre coyuntura económica, según aseguran fuentes del instituto estadístico. La decisión, que desde el INE se atribuye al normal desarrollo del plan de desescalada en la institución planteado por la Dirección a principios de mayo, se produce una vez superado lo más duro de la pandemia y con las tasas de mortalidad derivadas de la Covid-19 en mínimos desde el inicio de la crisis sanitaria.

El INE reanuda la recogida de esta información, que se cumplimenta en los registros civiles, en los centros sanitarios o en las funerarias y que proporciona información personal básica sobre todos los fallecidos en territorio español y también sobre las causas de su fallecimiento, apenas un par de días después de haber lanzado una estadística experimental que pretende realizar un seguimiento semanal del número de defunciones registradas en España a efectos de poder compararlas con las registradas en el mismo periodo del ejercicio anterior. La muestra se construye a partir de la información disponible en la base de datos electrónica del Registro Civil, al igual que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria, 'Momo', elaborado por el Instituto de Salud Carlos III y que se ha convertido en la referencia estadística oficial durante esta crisis sanitaria.

Esa estadística, sin embargo, tampoco aporta información más refinada sobre las defunciones por causa de muerte, sino que estima todos los fallecimientos y los pone en comparación con los registrados en la misma semana del año anterior. Fuentes de la plantilla del INE consultadas por La Información aseguran que con los datos de los boletines estadísticos de defunción se podría hacer una aproximación rigurosa a los fallecimientos causados por el coronavirus en España. 

La intención del INE, sin embargo, no es esa. El organismo sí prevé utilizar la información de los boletines estadísticos para su muestra experimental, pero únicamente a efectos de corregir la estimación estadística que se realiza sobre el 6,4% de las defunciones que no figuran en la base de datos electrónica del Registro Civil y que los datos de los boletines ofrecen de manera fidedigna. Esta información se dará con unos seis meses de decalaje.

La información sobre causas de muerte que figura en esos boletines, que concreta tanto la causa inmediata de la defunción -la enfermedad o condición que causó finalmente la muerte- como lo que se denomina causa antecedente - entendida como "la enfermedad o condición que haya contribuido a la causa inmediata" o bien "como la enfermedad o lesión que inició los hechos que condujeron a la muerte"-, y que podría resultar de gran ayuda para disponer de un diagnóstico más preciso de la tasa de mortalidad vinculada a la Covid-19, no se explotará por parte del INE. El argumento oficial es que esa información es objeto de otro trabajo, la Estadística de Defunciones por Causa de Muerte, que lleva su propio trámite. Un trámite que hace que esa información no se publique hasta diciembre de 2021.

El enredo con las cifras de muertes por Covid-19

La contabilización de las víctimas mortales generadas por la Covid-19 ha sido uno de los principales focos de incertidumbre y, en algunos casos, de indignación social de la gestión de la crisis sanitaria derivada del coronavirus por parte del Gobierno. Los cambios permanentes de metodología, la discrepancia entre la cifras que daba el Gobierno de un día para otro, la impresión de que se estaba tratando de minimizar el devastador impacto de la pandemia y la aparición de estimaciones de otros actores que superaban con mucho las cifras oficiales proporcionadas desde el Ejecutivo han socavado la credibilidad del Gobierno y han generado inquietud social.

En medio de toda esta polémica, el papel secundario adoptado por el que aparentemente debía ser un actor principal en el tratamiento y difusión de datos oficiales, el Instituto Nacional de Estadística (INE), que se ha limitado a sistematizar y publicar la información generada por el Sistema de Movimiento de Mortalidad, 'Momo', del Instituto de Salud Carlos III, no ha pasado desapercibido y ha generado un gran malestar interno entre el cuerpo de estadísticos del Estado, como publicó La Información.

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