El invierno, la otra gran amenaza para los niños sirios

    • La temperatura podría llegar a los 13º bajo cero en algunas zonas montañosas durante los días más fríos de diciembre y enero.

    • Ocho millones de niños de Siria, que viven tanto dentro del país, asolado por la guerra, como en los países vecinos como refugiados son vulnerables a las bajas temperaturas.

Una familia tirita de frío en el interior de una tienda en un campo de refugiados /AFP
Una familia tirita de frío en el interior de una tienda en un campo de refugiados /AFP

Cuando el conflicto en Siria se aproxima al quinto aniversario, los enfrentamientos y la violencia en todo el país se intensifican. Más allá del temor a las bombas, las familias ahora se enfrentan al descenso de las temperaturas que disminuyen al llegar el invierno. Con el cambio de estación, más de ocho millones de niños sirios que viven tanto dentro como fuera de Siria son vulnerables a los efectos del frío, que en ocasiones mata tanto como las bombas.

Según las previsiones meteorológicas este invierno podría ser más duro que el de años anteriores. La temperatura podría llegar a los 13º bajo cero en algunas zonas montañosas durante los días más fríos de diciembre y enero. Se espera que, igual que en los últimos años, las tormentas y las fuertes nevadas agraven la situación de las familias, que ya luchan por sobrevivir incluso en condiciones normales. Casi cinco años después del comienzo de la crisis, sus recursos financieros se agotan y hacen imposible incluso la adquisición de artículos esenciales como abrigos o bufandas.

Unicef hace un llamamiento para ayudar a todas estas personas, especilamente a los pequeños, más vulnerables al frío. "Estos meses son especialmente brutales para los niños", asegura Peter Salama, director regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte. "Tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones respiratorias debido al frío, y están en peligro cuando las familias queman plástico u otros materiales tóxicos en el interior de sus refugios para mantenerse calientes".

Desde Unicef aseguran que ya han empezado a repartir la ayuda. Los más pequeños reciben las bufandas, abrigos y mantas como si de un coche o muñeca se tratara: con una sonrisa de oreja a oreja. La imagen vale más que mil palabras

El conflicto ha causado el desplazamiento en el interior de Siria de más de tres millones de niños, algunos de ellos en múltiples ocasiones. Más de 2,2 millones de niños viven como refugiados en los países vecinos: Turquía, Líbano, Jordania, Iraq y Egipto. Además otros 100.000 niños en las fronteras con Turquía y Jordania.

"Me preocupa la próxima llegada del invierno, porque el año pasado fue duro. Mis hijos están enfermos porque no tenemos calefacción. Nuestro hogar quedó dañado por los bombardeos" dice Amina Al Saghir, cuya vivienda se encuentra cerca de la estratégica ciudad de Alepo, donde se está librando la madre de las batallas. Controlada por los yihadistas y el ejército sirio a partes iguales, en los últimos días están aumentado los enfrentamientos con la ayuda de los bombardeos rusos contra los miembros de EI. "Huimos dos o tres veces, pero no tenemos a donde ir y no tenemos dinero para alquilar otro lugar", explica desesperada esta madre.

La de Amina es solo una historia, entre la de miles de personas que habitan las zonas más castigadas por la guerra, entre morteros. A las bombas, ahora se añade un nuevo frente: el frío invierno que como explica Mohamad Bakari: "todas las noches temo que me mate el frío".

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