El jefe torturador del Jemer Rojo niega al tribunal el derecho a juzgarle

  • Phnom Penh.- El jefe torturador del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, dijo hoy que el tribunal internacional de Camboya no tiene competencia para juzgarle en la clausura de la apelación a su condena a 35 años de cárcel por crímenes de Guerra y contra la Humanidad.

El jefe torturador del Jemer Rojo niega al tribunal el derecho a juzgarle
El jefe torturador del Jemer Rojo niega al tribunal el derecho a juzgarle

Phnom Penh.- El jefe torturador del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, dijo hoy que el tribunal internacional de Camboya no tiene competencia para juzgarle en la clausura de la apelación a su condena a 35 años de cárcel por crímenes de Guerra y contra la Humanidad.

Kaing Guek Eav, alias Duch, fue condenado en julio por su responsabilidad como director de la prisión secreta de Tuol Sleng, conocida como S-21, donde unas 16.000 personas fueron torturadas antes de ser asesinadas en el mismo centro o en los campos de extermino de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh.

Duch basó sus argumentos en que no puede ser considerado como líder del régimen ni principal responsable de sus crímenes, lo que anularía la jurisdicción del tribunal para juzgarlo.

"Yo no entro en la jurisdicción (del tribunal). Esta es la principal cuestión a la que hay que atenerse para procurar justicia y verdad para el pueblo camboyano", dijo el acusado siguiendo la estrategia de sus abogados que piden la absolución y su puesta en libertad.

Duch dijo que actuó según la política del comité central del Partido Comunista de Kampuchea y que la presión y el miedo a ser ejecutado le llevaron a acatar las órdenes de sus superiores.

"He temido por mi propia vida y estaba feliz de vivir y ver la luz al día siguiente. El hecho de estar siempre esperando a ser atacado o arrestado me ha afectado mucho", añadió Duch que volvió a pedir perdón a las víctimas, tal y como hizo durante el juicio.

"Sigo pidiendo perdón por las almas de las víctimas que perdieron sus vidas en el S-21. Y para las familias de esas víctimas les pido que acepten mis excusas y me den su perdón", dijo en su intervención leída de una hoja manuscrita.

Las víctimas cuestionaron la credibilidad del arrepentimiento de Duch y, a través de su abogado, Kim Mengkhy, señalaron que "las disculpas no son auténticas".

El fiscal utilizó ayer este mismo argumento para pedir un aumento de la pena a cadena perpetua, conmutable a no menos de 45 años de cárcel para compensar a Duch su detención ilegal por un tribunal militar entre 1999 y 2007.

Los abogados de las víctimas también pidieron la revisión de las reparaciones concedidas por el tribunal en su primer dictamen, que se limitaban a la inclusión de sus nombres en la sentencia y a la compilación de las excusas presentadas por Duch.

"Estas reparaciones son decepcionantes e insatisfactorias para las partes civiles que esperaban mucho más", dijo la letrada Martine Jacquin.

Las víctimas piden asistencia médica, la instalación de memoriales en el S-21 y en Choeung Ek, y la producción de programas audiovisuales sobre el juicio, entre otros.

La decisión de los jueces sobre el recurso, que será definitiva e inapelable, se conocerá dentro de unos meses.

Duch, de 68 años, es el primero de los cinco ex Jemer Rojo procesados por el tribunal en ser condenado por su implicación en las atrocidades cometidas durante aquel régimen que causó la muerte de al menos 1,7 millones de personas entre 1975 y 1979.

Los otros cuatro, cuyo juicio se espera que comience este año, son Khieu Samphan, ex presidente de la Kampuchea Democrática; Nuon Chea, "hermano número dos" e ideólogo de la organización; Ieng Sary, ex ministro de Exteriores; y su esposa, Ieng Thirit, ex titular de Asuntos Sociales.

Pol Pot, máximo dirigente del Jemer Rojo, murió en abril de 1998 en la base de la guerrilla situada en Anlong Veng, en el noroeste de Camboya.

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