El juez achaca el accidente de Casteldefells a una temeridad

  • Un juzgado de Barcelona ha archivado las diligencias abiertaspor el accidente en la estaciónde tren de Castelldefels, en el que murieron 12 personas, por entender que el siniestro sedebió a una actuación "imprudente y temeraria" de las víctimas. Así mismo ha determinado que la actuación del maquinista fue la "debida".
EFE

Un juzgado de Barcelona ha archivado las diligencias abiertas por el accidente en la estaciónde tren de Castelldefels en el que murieron 12 personas, once deellas inmigrantes latinoamericanos, por entender que el siniestro sedebió a una actuación "imprudente y temeraria" de las víctimas.

El juez, después de tomar declaraciones a los conductores deltren y los testigos, y estudiar los informes sobre el accidente,concluyó que no hay indicios de ningún hecho delictivo y que elapeadero cumplía con la normativa vigente.

El magistrado considera que las instalaciones ferroviarias deCastelldefels (cerca de Barcelona, noreste de España), tenían lascondiciones de seguridad, iluminación y accesos adecuados a lanormativa en la noche de la verbena de San Juan, el 23 de junio,cuando se produjo el accidente.

De los doce fallecidos, siete eran originarios de Ecuador, dos deColombia, dos de Bolivia y uno de Rumanía.

El juez tuvo en cuenta los datos obtenidos del disco duro de la"caja negra" del tren Alaris, así como las declaraciones delconductor de este convoy que arrolló a los fallecidos (y que dionegativo en las pruebas de alcoholemia), así como otros informes.

"La exhaustiva instrucción llevada a cabo en la presente causaúnicamente puede conducir a la conclusión de que los 12 lamentablesfallecimientos ocurridos como consecuencia del arrollamiento deltren (...) fueron consecuencia de una imprudencia atribuible a losfallecidos", razona el juez, al recordar la prohibición de bajar ytransitar por las vías, que deben cruzarse por lugares habilitados.

Asimismo, el magistrado determina que la actuación del maquinistafue "la debida"y que, según las declaraciones de los testigos, ésteaccionó las señales acústicas y el freno de emergencia cuando sepercató de la presencia de un grupo de personas que cruzaban lasvías.

Estas optaron por no usar el paso inferior -debidamenteseñalizado e iluminado.

Según el testimonio del conductor del tren de cercanías que secruzó con el Alaris -segundos antes del atropello-, éste llevaba lasluces puestas, que eran visibles a unos 100 metros de distancia yque además circulaba a velocidad inferior a la reglamentaria, enconcreto a 139 kilómetros por hora, según la caja negra.

Asimismo, el juez señala que la locomotora superó una "minuciosainspección" varios días antes del accidente, y que las luces delapeadero (14 luminarias que, según diversos testimonios, estabanencendidas), así como la señalización de entrada y salida de laestación y de la prohibición de cruzar las vías eran las correctas.

El siniestro, el accidente ferroviario más grave ocurrido enEspaña desde 2003, conmocionó al país por producirse en un contextofestivo con motivo de la celebración de San Juan.

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