El juez Bermúdez en Salvados: "Yo sí hubiera indultado a Baltasar Garzón"

    • El equipo de Salvados ha repasado la carrera judicial de uno de los magistrados más mediáticos
    • En la entrevista con Jordi Évole, el juez Javier Gómez Bermúdez no se ha mordido la lengua
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lainformacion.com

El juez Javier Gómez Bermúdez, el que fuera propulsor de la Doctrina Parot, el primer magistrado que condenó a un general en el accidente del YAK-42, el que saltó a la fama con el juicio del 11M y el que actualmente ha sido noticia por su disputa con el juez Ruz por hacerse con el caso Bárcenas, abordó sin tapujos los principales asuntos de la actualidad política y judicial de España.

En la antesala de la entrevista, realizada en la Audiencia Nacional, el juez Bermúdez ya dejó claro que no se escondería en ninguno de los asuntos a los que hiciese mención Jordi Évole. En cuanto a si en estos tiempos de crisis los jueces adquieren más relevancia, él no tiene dudas. "Siempre que hay momentos delicados los jueces pasan a un primer plano. El ciudadano tiene que saber que el único que le va a defender es el juez. En época de bonanza no se mira, parece que no nos importara lo que ocurre a nuestro alrededor. Y eso es lo que fomenta que haya corruptelas".

En cuanto a lo que en ediciones anteriores de Salvados se trató respecto a la alteración de los tiempos por parte de los jueces, Bermúdez asegura que "la única capacidad de influencia que hay en la justicia es la de los tiempos". Pero no solo eso, sino que también dejó bien claro la existencia de presiones. Si bien es cierto que, como decía, "una cosa es que haya presiones y otra es que estas surtan efecto".

Una vez acomodados en una de las sala de vistas de la Audiencia Nacional, el primer tema con que abordó Évole al magistrado fue la corrupción, a la que ya hizo antes mención. Respecto a la actuación de los políticos aseguró que "nunca" duda "de la buena voluntad de los gobernantes". No obstante, sí que tiene claro dónde había que intervenir a la hora de actuar en estos casos. "Lo importante en los delitos relacionados con beneficios económicos es trabajar en quitarle ese beneficio. En que sepa que si le pillamos va a perderlo todo", decía Bermúdez. "Es sorprendente la facilidad con la que salen de prisión los delincuentes económicos, solo por decir que no van a volver a delinquir", aseguraba.

Donde no se mojó fue en la amnistía fiscal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. "Yo no valoro los actos del gobierno. Yo no soy un ciudadano, soy juez las veinticuatro horas", afirmaba Bermúdez.

Volviendo al tema de si existen o no los llamados 'jueces estrella', el magistrado considera que se trata de "una etiqueta impropia" en lo que respecta a su caso. Así, aunque con rotundidad confesaba que "nunca he pretendido ser un 'juez estrella'", sí que aseguraba que en España "hemos tenido ejemplos". Pero, como él mismo afirmaba, "si no vienen los medios de comunicación se nos nota. Y si no vienen nos acusan de ser opacos. Yo creo que el hecho de que los ciudadanos vean cómo trabajan sus jueces es bueno".

Quizá cuando hablaba de esos "ejemplos" de jueces estrella tenía en mente aquellos magistrados que, más allá de su trayectoria, consiguieron ascender escalafones en la escala judicial. "La trayectoria en la carrera judicial no sirve para nada", decía Bermúdez. "Mi presidente en la Audiencia de Almería, era un civilista estupendo, pero jamás conseguirá ascender". De esta forma, aunque advirtió a Évole "me está tratando de llevar al huerto, y ese huerto no me gusta", sí que aseguraba que "hay magníficos juristas que no llegan donde otros sí que llegan. Porque no están asociados, porque no tienen padrinos... Pero, pese a todo ello, la Audiencia Nacional funciona".

También hubo tiempo para abordar la polémica respecto al 'caso Bárcenas' y su controversia con el juez Ruz, si bien es cierto que el juez Bermúdez ha declarado que "no se trata de una polémica". "Yo sostuve que tenía que llevar esa causa, por eso lo propuse, pero determinaron que no y listo", decía. Una decisión que, como dijo Évole no le convenció, aunque "los hechos son sagrados pero las opiniones no". "Se estaba tergiversando por una campaña. No hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Me importa un pito", confesó el propio juez.

En lo que respecta a las pruebas que se están barajando en la causa, el juez Bermúdez aseguraba que "a los papeles de Bárcenas se les está dando una importancia, desde el punto de vista de las pruebas, desmesurada". "Que los papeles sean verdad o mentira, una vez que tu compruebas los datos relevantes, no importan", aseguraba. Y es que, pese a a todo "la financiación ilegal no es delito. No olvidemos que todo lo ilegal no es delictivo. Lo que sí es un delito es pagar a cambio de favores. Pero la financiación ilegal de los partidos no es delito en España, yo creo que debería serlo".

Otro de los asuntos tratados en anteriores ediciones de Salvados y que también se abordó en este fue el indulto, en relación con el caso que el instruyó del accidente del YAK-42. Para el juez Bermúdez no existe ninguna duda al respecto. "El indulto es una institución que, según está regulada, es antidemocrática. No tiene sentido que el trabajo del poder judicial sea alterado por otro poder sin razones". Y aunque evitó mojarse en algunos casos, sí que hizo mención al caso del juez Baltasar Garzón. "Me llama la atención el no indulto de Baltasar Garzón. Y creo que la condena es justa. Yo sí lo hubiese indultado a los dos días", aseguraba.

Eso sí, pese a que Évole le preguntó respecto a la tendencia política de uno y otro juez en base a la asociación a la que estuviese adscrito, el juez Bermúdez se mostró rotundo. "Mi ideología es mía y la tengo a buen recaudo", afirmaba. "Yo resuelvo conforme a como tengo que resolver. Pero este es un tema de culturas. En el mundo anglosajón el juez tiene que manifestar su ideología. Lo importante es que su ideología no altere sus decisiones".

Aunque sí que quiso poner sobre la mesa que las presiones poco tenían que ver con la ideología de uno u otro magistrado. En su caso, aseguraba que "en el 11-M yo tuve presión del mundo mundial. Yo jamás recibí una llamada de ningún político. Pero el país estaba completamente dividido". "Nosotros somos profesionales de la presión. Pero hay quien no aguanta las presiones, por eso hay tres jueces", aseguraba.

En cuanto al atentado del 11 de marzo de 2004, el juez Bermúdez asegura que "lo que más me duele es que a las víctimas se les siga haciendo daño". Justificó la actuación del tribunal que el presidía y aseguraba que "el tribunal, después de analizar una cantidad ingente de pruebas, llegó a la conclusión de que ETA no tuvo nada que ver". Así, pese a las declaraciones de José María Aznar o Pedro J. Ramírez, el magistrado decía que "la autoría intelectual no existe en derecho. Eso es un invento. Yo no tengo más indicios de que hubiese más implicados de los que fueron condenados".

En relación a la Doctrina Parot, que él mismo aprobó, aseguraba que "es injusto que alguien que comete 25 asesinatos se enfrente a la misma condena que alguien que haya robado tres veces". Por eso, desde el principio hasta el final de la entrevista, para justificar y respaldar la actuación de los jueces, el juez Bermúdez siempre mantuvo que "contra el poder al ciudadano solo le queda el juez". Por ejemplo, en lo que respecta a los desahucios y la unión de los magistrados para tratar de poner fin a estas acciones, él aseguraba que "la situación es excepcional y requiere de medidas excepcionales. Sería absurdo que los políticos no quisieran arreglar esta situación". Y no tenía duda alguna al asegurar que "es una situación especialmente dañina para la ciudadanía".

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