Por el destrozo de la SD

El juez de Villarejo pide ahora a Policía científica que analice la tarjeta de Dina

Tras las pesquisas de Asuntos Internos, pide ahora a la Científica una pericial para aclarar las "causas" de la destrucción del móvil de la asesora de Iglesias.

dina bousselham
El magistrado baraja llamarla a declarar cuando tenga el resultado de las diligencias
EFE

El magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón no deja de lado la investigación por el robo del teléfono móvil de Dina Bousselham. Tras las declaraciones prestadas en sede judicial por la exasesora de Podemos y su posterior escrito en el que dijo que pudo acceder a su dispositivo, el instructor decidió dar impulso a estas pesquisas concretas del caso Villarejo. Así, reclamó a Asuntos Internos un análisis de la tarjeta para esclarecer en qué punto de la historia se destruyó imposibilitando su lectura y, ahora, es a la Policía Científica a la que le ordena una pericial sobre el asunto, de acuerdo con una providencia recogida por La Información.

El magistrado dio impulso a esta pieza décima del caso Tándem al citar el pasado mes de mayo a la exdirigente regional de Podemos tras las últimas investigaciones de la Policía Judicial. Entonces Bousselham ratificó el robo de su teléfono móvil en noviembre de 2015 y dijo que cuando ella recuperó el dispositivo de manos de Pablo Iglesias a mediados de 2016 éste estaba destrozado e ilegible. Su versión de los hechos derivó en la apertura de una nueva línea de investigación para esclarecer quien rompió el contenido del dispositivo, máxime teniendo en cuenta que cuando el líder de Podemos lo recibió en enero de 2916, estaba en perfecto estado. 

Además, y a tenor de estos cambios de versión de la perjudicada, García Castellón retiró la condición de perjudicado de Pablo Iglesias. El vicepresidente segundo del Gobierno -que declaró con Dina en marzo de 2019- dijo ser víctima de la policía patriótica y del comisario jubilado José Manuel Villarejo. Sin embargo, las tornas han cambiado en estos 15 meses puesto que ahora el instructor ha puesto el foco en la segunda parte de la historia, relativa no al robo sino a la destrucción del móvil, lo que podía ser constitutivo, según advirtió en su auto del pasado 25 de mayo, de delitos de daños informáticos. Esto llevó a Dina -que comparte defensa letrada con Iglesias- a remitir un escrito a la Audiencia Nacional en el que volvió a rectificar su declaración y apuntó que él le devolvió la tarjeta en buen estado. 

Análisis en Londres

El magistrado además puso el foco en los correos que se había cruzado la pareja de Dina, Ricardo Sá Ferreira, con una empresa para poder recuperar el contenido del dispositivo robado. El instructor requirió a Dina estas comunicaciones después de que ella hiciera alusión a las mismas en su última cita en sede judicial y concluyó que, una vez examinadas, no concordaban "con ninguno de los datos aportados en la declaración". Por eso dejó el asunto en manos de la Policía Judicial distanciándose del posicionamiento de Anticorrupción, que considera que lo que habría que hacer es citarle de nuevo para que pueda mostrar su perdón a Iglesias.

De este modo, la Unidad de Asuntos Internos (UAI) se puso en contacto con la empresa a la que se le encomendó esta misión -Recuperación Express- y la misma le dijo que la tarjeta SD que estaba tan deteriorada cuando la recibieron que no podían recuperarla "con técnicas normales" y que precisaba de un estudio mucho más exhaustivo en su sede central en Reino Unido. Tanto es así que el dispositivo fue trasladado a Londres para un análisis más detallado si bien, y siempre de acuerdo a los correos intercambiados, finalmente no se procedió a actuar porque el coste de la reparación les pareció muy alto. 

"Daños, causa y origen"

No obstante, los agentes insistieron al contacto de esta empresa que fuera "lo más explícito" posible en relación a cómo recibió la tarjeta y le preguntó si cabía la posibilidad de que se hubiera podido producir algún "tipo de daño físico extra". En respuesta, el empleado insistió en que "a pesar de los numerosos intentos" por identificar la fuente del problema, no habían conseguido dar con la respuesta y que, efectivamente, del trabajo en el laboratorio podría ocurrir que el dispositivo se devolviera "en peor estado del que llegó". Por ese motivo, ahora, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 requiere a la Policía Científica que realice un informe pericial "sobre los daños, la causa y el origen" de los mismos. 

A tenor de las conclusiones que alcancen los investigadores, el siguiente paso podría ser llamar de nuevo a declarar a Bousselham. De hecho, ella misma se postuló a volver a la Audiencia Nacional y ratificar lo plasmado en su último documento. Pero García Castellón prefiere esperar a tener el resultado de las diligencias. También está pendiente de pronunciarse acerca de la situación judicial de la exasesora de la formación morada. El instructor pidió alegaciones a las partes personadas en el caso tras apuntar que podría perjudicarle compartir defensa letrada con Pablo Iglesias, teniendo en cuenta los matices introducidos en sus diferentes versiones. 

El instructor apunta en sus escritos que, tras sus últimas versiones, hay al menos dos puntos que no están tan claros como al principio. Por un lado lo relativo a los 'pantallazos' del teléfono de Dina. Ella misma rectificó en mayo su versión inicial y dijo que las capturas de pantalla que se difundieron en prensa las realizó ella. Esto llevó al juez a pensar que ya no es solo Villarejo el principal sospechoso de la distribución de los mismos sino que cualquier tercero pudo haberlos difundido. Esos 'pantallazos' recogían conversaciones privadas de Iglesias con Juan Carlos Monedero hablando, entre otros asuntos de la periodista Mariló Montero, de quien dijo que "azotaría hasta que sangrase".

El otro punto es el tiempo que pudo tener Iglesias la tarjeta. Bousselham aseguró que el líder de Podemos la recibió en enero de 2020 de manos del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, el cual le dijo que había llegado a sus manos de manera anónima. Medio año después se la entregó a Dina. No obstante, el instructor sostiene que las "contradicciones" en su relato le llevan a pensar que Iglesias pudo haberla tenido en su poder un margen de tiempo que va desde los 5 a los 36 meses. Éste por su parte, mantiene que el foco del asunto está en el robo del móvil, que atribuye a una operación de la 'policía patriótica' para desprestigiar al partido con informaciones falsas. Asuntos Internos encontró en el registro de la casa de Villarejo no solo una copia del teléfono de Dina sino también informes de seguimiento al actual vicepresidente segundo del Gobierno. 

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