El líder de los antigubernamentales en Tailandia cierra la puerta al diálogo

Bangkok, 16 feb.- El líder de la movilización antigubernamental en Tailandia, Suthep Thaugsuban, ha cerrado la puerta a una solución dialogada a las protestas y no asistirá a la reunión que la Comisión Electoral ha convocado para mañana, informan hoy los medios locales.

"No hablaré con Yingluck (Shinawatra, primera ministra interina), ni en privado ni en público. Tampoco negociaré con ningún representante del Gobierno porque no tienen poder real", indicó Suthep anoche, según el diario The Nation.

El opositor, que fue viceprimer ministro del país con el Partido Demócrata entre 2008 y 2011, señaló que sí aceptaría reunirse con Thaksin Shinawatra, hermano mayor de Yingluck, y el supuesto "cerebro" del actual Ejecutivo.

Suthep explicó que Thaksin, no obstante, no regresará a Tailandia, porque le espera una condena a cárcel de dos años de corrupción por abuso de poder, y él no puede salir del país, porque está imputado por sedición.

"Por lo tanto, la puerta al diálogo puede considerarse cerrada", concluyó Suthep.

El comisionado Somchai Srisutthiyakorn, de la Comisión Electoral, había invitado al Gobierno y los antigubernamentales a reunirse mañana para negociar una salida a las protestas.

Ante la negativa de los manifestantes, Somchai y el gobernante partido Puea Thai (De los tailandeses) aprovecharán la cita del lunes para hablar de la repetición de las elecciones parlamentarias que se organizará a finales de abril en aquellas circunscripciones donde no se pudo celebrar el pasado 2 de febrero por las protestas.

Suthep ha dicho varias veces desde que asumió el liderazgo de las manifestaciones antigubernamentales, el pasado noviembre, que la única salida para que acaben las demostraciones es que dimita el Gobierno y que una comisión popular no electa reforme el sistema político, para limpiar la corrupción, antes de llamar a las urnas.

Al menos 11 personas han muerto y más de 600 han resultado heridas desde que Suthep ordenó ocupar ministerios, a finales de noviembre del año pasado.

Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe militar incruento que depuso a Thaksin en 2006.

Desde entonces, los detractores y partidarios del ex primer ministro, quien reside en el extranjero, recurren a movilizaciones populares para derribar al Gobierno de turno.