El mar Báltico es una ‘máquina del tiempo’ sobre el cambio climático

  • El calentamiento, la acidificación, la eutrofización y la pérdida de oxígeno son indicios del cambio y en el Báltico ya están. 
Báltico
Báltico
Pixabay

El calentamiento, la acidificación, la eutrofización y la pérdida de oxígeno son grandes cambios observados o previstos para el futuro en las zonas costeras de todo el mundo, y esos procesos ocurren en el mar Báltico a un ritmo más rápido que en otras regiones, por lo que es como una ‘máquina del tiempo’ de esos fenómenos.

Así lo aseguran 27 investigadores de 21 instituciones científicas de Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Polonia y Suecia en un estudio publicado en la revista ‘Science Advances’, donde proponen a los creadores de políticas que utilicen el mar Báltico como modelo para los cambios futuros en los océanos de la Tierra.

No en vano, en esa zona ocurren más rápidamente esos cambios, pero también proporciona lecciones útiles de cómo las tendencias climáticas negativas pueden revertirse con medidas de protección.

A primera vista, el mar Báltico parece ser bastante poco interesante para los científicos que trabajan en temas oceánicos globales. Es comparativamente poco profundo, tiene una baja salinidad y cuenta con una conexión muy estrecha con el Atlántico Norte. Esta impresión es, sin embargo, engañosa.

"Este mar único de agua salobre puede servir como una especie de máquina del tiempo que nos permite calcular mejor los cambios globales futuros", señala Thorsten Reusch, del Centro Helmholtz de Investigación Oceánica (Geomar) y uno de los principales autores del artículo.

Malas noticias

Los científicos argumentan que los cambios que se esperan para el futuro en los océanos ya se pueden observar en el Báltico en la actualidad. "Esto se debe a que el pequeño volumen de agua y el lento intercambio de agua con el océano abierto se comportan como un amplificador, permitiendo que se produzcan muchos procesos e interacciones a un ritmo más rápido", enfatiza Jan Dierking, de Geomar.

Así, los océanos se han calentado en un promedio de 0,5ºC durante los últimos 30 años, periodo en que la temperatura del Báltico ha subido alrededor de 1,5ºC. Asimismo, existen grandes zonas libres de oxígeno en las áreas profundas del mar Báltico, que se han multiplicado por 10 en el último siglo, y el pH (una medida de acidificación de los océanos) de sus aguas regularmente alcanza valores que se esperan en otras áreas oceánicas sólo en el próximo siglo.

Estos extremos son causados por la particular topografía de la cuenca del mar Báltico y porque las actividades humanas aceleran los cambios negativos. Nueve países limitan directamente con el Báltico y todos están altamente industrializados, con regiones costeras densamente pobladas. Además, la agricultura intensiva en el interior garantiza una gran escorrentía de nutrientes, mientras que pesquerías igualmente intensivas presionan sobre la red alimentaria pelágica.

Pero no todo son malas noticias. El mar Báltico es uno de los mejor estudiados en la Tierra. La observación científica y el seguimiento de los procesos físicos y biológicos comenzó alrededor de 1900. Existe una gran tradición en la cooperación científica entre muchos países en torno al Báltico, que culminó en el desarrollo de un programa conjunto de investigación y desarrollo de la UE, cuyos datos proporcionan una base sólida para la gestión de recursos basada en la ciencia.

Además, hay aspectos de éxito en la gestión, ya que los países limítrofes han logrado reducir significativamente las aportaciones de nutrientes desde la década de 1980 para revertir el declive de grandes depredadores y frenar la sobrepesca, gracias a acuerdos vinculantes en el marco de la UE y a los ambiciosos objetivos del Plan de Acción del Mar Báltico, que incluye a Rusia incluso antes del final de la Guerra Fría. En la pesca, la protección de las pesquerías de captura, los mamíferos marinos y las poblaciones de aves entre los países limítrofes ha llevado a mejoras de las existencias de especies.

"Sobrepesca, calentamiento, acidificación, contaminación, eutrofización, pérdida de oxígeno, uso intensivo de las costas, todos estos son fenómenos que observamos en todo el mundo. Porque han sido particularmente drásticos en el Báltico, pero también porque algunos problemas clave se abordaron con éxito, la región puede, para bien y para mal, decirnos qué esperar y cómo responder a los desafíos del futuro", concluye Reusch.

Mostrar comentarios