El matrimonio Bárcenas deberá explicar hoy el origen de su fortuna

  • El extesorero del PP Luis Bárcenas y su mujer Rosalía Iglesias tienen hoy una nueva cita con el juez Pablo Ruz, que les quiere preguntar sobre el origen de su fortuna en Suiza, cuantificada en 48,2 millones de euros, tras constatar que negocios como la compraventa de cuadros, con los que han tratado de justificarla, no se corresponden con operaciones reales.

Madrid, 27 jun.- El extesorero del PP Luis Bárcenas y su mujer Rosalía Iglesias tienen hoy una nueva cita con el juez Pablo Ruz, que les quiere preguntar sobre el origen de su fortuna en Suiza, cuantificada en 48,2 millones de euros, tras constatar que negocios como la compraventa de cuadros, con los que han tratado de justificarla, no se corresponden con operaciones reales.

Es una incógnita saber si el matrimonio prestará declaración, ya que la última vez que compareció Bárcenas ante Ruz, el 22 de marzo, se negó a declarar argumentando que era la octava vez que comparecía en la Audiencia Nacional y que no iba a declarar ni ese día, ni en ninguna otra ocasión que se le volviera a citar.

Sin embargo, la situación procesal del extesorero y, especialmente, la de su esposa se ha complicado en las últimas semanas, por lo que podría cambiar de opinión.

Bárcenas siempre ha tratado de exculpar a su mujer negando que tuviera conocimiento de sus cuentas en Suiza, pero la última comisión rogatoria sobre sus fondos en la entidad Lombard Odier (que llegaron a ser de más de 26 millones), ha revelado no solo que le acompañó en alguno de los numerosos viajes que hizo para ingresar efectivo, sino que era beneficiaria de una de esas cuentas.

Antes de tener esta documentación, Ruz ya había citado al matrimonio por el presunto intento de engañar al juzgado con unos contratos de compraventa de unos cuadros, supuestamente propiedad de Rosalía Iglesias y valorados en 560.000 euros, que no "reflejarían la realidad", lo que le valió a ambos la imputación de tres nuevos delitos: falsedad documental, estafa procesal en grado de tentativa y blanqueo de capitales.

Ruz adoptó esta decisión tras tomar días antes declaración como testigo a la pintora argentina Isabel Mackinlay, que admitió haber accedido a firmar unos contratos en los que aparecía como intermediaria de una venta ficticia de cuadros de la mujer de Bárcenas.

Cuando Iglesias compareció el 18 de mayo ante Ruz, tras volver a ser imputada en Gürtel por un delito fiscal, defendió la legalidad de las operaciones de compra de unos cuadros en 1987, ya que entre su adquisición y su venta transcurrió un plazo de tiempo superior al que establece la normativa vigente para tener que declarar la ganancia patrimonial.

El extesorero ha justificado siempre el origen de su fortuna, ante los bancos suizos, la agencia tributaria y la justicia, en la compraventa de cuadros o los negocios inmobiliarios, algo de lo que duda el juez tras comprobar que el matrimonio trató de "inducir a error" al juzgado con esos contratos.

Bárcenas sigue manteniendo que esas operaciones de compraventa fueron reales y por ello sus abogados, Miguel Bajo y Alfonso Trallero, pidieron la suspensión de esta nueva citación hasta que se compruebe con una prueba caligráfica la autenticidad de la firma de la pintora argentina en uno de los contratos, que ella misma cuestionó que fuera suya.

No obstante, y aunque Ruz no se ha pronunciado al respecto, la citación se mantiene, máxime cuando cuatro días después de llamarle a declarar, el juez daba a conocer el resultado de la nueva comisión rogatoria de Suiza con sus cuentas en Lombard Odier.

La comisión rogatoria aludía al apoderado de Bárcenas Iván Yáñez, y por eso le ha llamado también a declarar.

La única vez que Bárcenas se ha sometido a un interrogatorio ante Ruz fue el 25 de febrero, tras conocerse, a través de otra comisión rogatoria, que llegó a tener 22 millones de euros en el Dresdner Bank de Suiza.

Él mismo elevó esa cifra en su declaración a 38 millones, fruto, dijo, de su "acierto" en negocios como la bolsa o la compraventa de obras de arte, cantidad que ahora se ha sabido que llegó a ser de 48'2 millones de euros en 2007, según cálculos de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF) en su último informe.

Tras ese interrogatorio, el juez le impuso comparecencias quincenales en el juzgado, la prohibición de salir del territorio nacional sin autorización judicial y la retirada del pasaporte.

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