El matrimonio se complica para las saudíes

  • El miedo a la soltería se extiende entre las mujeres mayores de 30 años en Arabia Saudí, donde más de 1,4 millones de ellas siguen sin poder casarse por el alto coste de la dote, el desempleo y las tradiciones tribales.

Suliman al Asad

Riad, 6 sep.- El miedo a la soltería se extiende entre las mujeres mayores de 30 años en Arabia Saudí, donde más de 1,4 millones de ellas siguen sin poder casarse por el alto coste de la dote, el desempleo y las tradiciones tribales.

Naual, de 32 años, nunca se imaginó que se iba a quedar soltera por preocuparse más en concluir su enseñanza universitaria.

"Es difícil que a una joven como yo le pida la mano alguien cercano a su misma edad, porque la sociedad considera solterona a una mujer que supera los treinta años", dice a Efe Naual con tristeza.

Agrega que eso hace que la joven se vea obligada a unirse a un hombre mucho mayor que ella o casado y con hijos, lo cual está permitido por el islam, dado que el creyente varón puede tener hasta cuatro esposas si es igual de justo y equitativo con todas ellas.

Según un estudio del Ministerio de Planificación de 2010, existen en Arabia Saudí 1,4 millones de solteras de más de treinta años y se espera que esa cifra aumente a cuatro millones en 2015.

No hay una edad mínima oficial para casarse, pero se considera que las chicas están en edad de contraer matrimonio cuando alcanzan la pubertad, que en algunas regiones remotas puede darse a los trece o catorce años.

Haber cumplido la treintena no es el único obstáculo para las saudíes, quienes suman un total de 9,1 millones de personas y constituyen alrededor del 49 por ciento de la población del país.

También influyen los elevados gastos de las bodas y el paro que afecta a los jóvenes, muchos de los cuales rechazan contraer matrimonio con chicas que desempeñen labores en las que estén en contacto con hombres, como ocurre en el caso de las enfermeras.

Incluso hay jóvenes que, por no disponer de la dote y otros gastos del matrimonio, prefieren casarse con ciudadanas extranjeras y ahorrarse ese dinero.

Esta situación ha obligado a las autoridades saudíes a endurecer los requisitos de casamiento entre los saudíes y las extranjeras en un intento de resolver el problema que afecta a las solteras del país.

El hombre saudí que desee contraer nupcias con una extranjera debe contar con una aprobación del Ministerio de Interior, ser mayor de treinta años y no estar casado.

Si la novia es saudí, la dote que debe pagarle el novio puede alcanzar los 200.000 riales (unos 53.000 dólares), según recientes estudios locales.

El miembro del Consejo Consultivo saudí (una especie de Parlamento) Mohamed al Zalfa recomendó hace unos años limitar la dote, lo que fue rechazado con el argumento de que ese pago es un derecho de la mujer de acuerdo a la "sharia" o ley islámica.

Por otra parte, las costumbres y tradiciones tribales prohíben que los miembros de las grandes tribus se casen con personas que no pertenecen a esos núcleos, y si lo hacen son repudiados.

Un "mazun" o funcionario oficial encargado de casar a las parejas, Abu Abdel Rahman, apunta a Efe que la división social es otra causa de la soltería entre las mujeres, "ya que reduce las oportunidades de las jóvenes y las hace prisioneras de los hombres de su tribu".

En ese sentido, advirtió de que "esas costumbres no tienen nada que ver con la 'sharia', sino que infringen el islam, ya que el profeta Mahoma decía: Si se os presenta (como novio) alguien que os satisfaga por su religiosidad y conducta, acepten el casamiento".

El funcionario se opone a que se limite el coste de la dote porque "es una garantía para la mujer, su futuro y sus bienes", por lo que prefiere pedir que las asociaciones de beneficencia ayuden a los jóvenes con los costes del matrimonio.

En junio de 2011, los habitantes de la aldea meridional de Shaaf Balqran acordaron fijar una dote que no superase los 8.000 riales (unos 2.100 dólares).

Ese ejemplo no ha calado en otras zonas del país. Una joven identificada como Salua lamenta a Efe que en su entorno se exagera el monto de la dote y alcanza unos 40.000 dólares, una "cifra enorme en comparación con los ingresos que tiene la gente de clase media".

La saudí explica que sus tres hermanas mayores tuvieron suerte de casarse mientras que ella, de 29 años, todavía espera "su turno con el temor de que le deje el tren del casamiento".

Y es que las oportunidades de conocer a otros jóvenes son limitadas en Arabia Saudí. "La única forma (de tener novio) es que en una boda una mujer te elija para su hijo, o mediante parientes o conocidos", señaló Salua, para quien la sociedad saudí mira con lástima a las solteronas.

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