El mejor desprecio es no hacer aprecio

  • Como si no existiera, como si dice misa: el PP ha optado por el mayor de los desprecios, no hacer aprecio, para tratar de amortiguar las acusaciones que Luis Bárcenas ha hecho contra el partido desde su salida de la cárcel.

Patricia de Arce

Madrid, 23 ene.- Como si no existiera, como si dice misa: el PP ha optado por el mayor de los desprecios, no hacer aprecio, para tratar de amortiguar las acusaciones que Luis Bárcenas ha hecho contra el partido desde su salida de la cárcel.

En la primera jornada de su convención nacional, los populares han pasado del silencio más absoluto a menospreciar las palabras del extesorero, y han tratado por todos los medios de evitar que Bárcenas se volviese a convertir en el ausente protagonista de una gran cita del PP.

La convención ha comenzado con un llamativo silencio, y mientras en otros escenarios Bárcenas hablaba sin medida de la caja B, los sobres y la connivencia del partido, los dirigentes populares no han entrado al trapo.

Parecían todos haberse puesto de acuerdo para dar la callada por respuesta, y al llegar al Palacio Municipal de Congresos de Madrid todo era silencio. Hasta el punto de que el ambiente era frío, más frío de lo habitual.

Los periodistas esperaban la llegada de los pesos pesados en una zona cercada por un cordón de seguridad, sin posibilidad de acercarse al presidente Mariano Rajoy y a dirigentes como la secretaria general, María Dolores de Cospedal, para pedirles un comentario a las acusaciones del que se ha convertido en su mayor enemigo.

No ha sido posible.

A Rajoy los periodistas sólo le han podido sacar un "buenas tardes", y después, cuando visitaba las instalaciones de la convención, una periodista le ha preguntado si tenía algo que contestar a Bárcenas. "Lo que quiero comentar es lo magnífico que está todo esto", ha dicho.

Así que hoy, sobre todo, se ha seguido el guión, y nada de declaraciones encendidas ni réplicas al imputado acusador. Ha habido que esperar a los discursos y a la salida para escuchar alguna réplica para Bárcenas.

La "estrella" invitada de esta tarde, el expresidente José María Aznar, abría veladamente la veda.

Aznar ha señalado que "cada uno tiene que responder de sus actos con la ley" y él, por su parte, responde de los suyos. "Desde el primero hasta el último", ha sentenciado.

Después le ha tocado el turno a Cospedal, que en ningún momento ha nombrado al extesorero.

Lo más parecido a un mensaje a Bárcenas por su parte ha sido su referencia a los "indeseables" que "deshonran el noble oficio de la política".

Y es que, como ha señalado después a los periodistas el presidente extremeño, José Antonio Monago, el "tema del día" no era Bárcenas, sino esta convención.

Sí se han atrevido otros a mentar al extesorero, como el portavoz de los populares en el Congreso. "Que diga misa", ha dicho Rafael Hernando, algo molesto porque haya quien crea a "un señor que ha mentido a todo el mundo".

Otros, como el presidente balear, José Manuel Bauzá, y el gallego, Alberto Núñez Feijóo, se han sumado al descrédito a Bárcenas.

Así que dejando a un lado al extesorero -si es que eso es posible- el PP ha arrancado su convención escuchando el contundente mensaje que ha llevado el presidente de honor del partido.

El de Aznar ha sido un toque de diana en toda regla. Ha instado a los populares a "no esconderse de nada" y a recuperar un terreno "que parece abandonado, pero que aún no ha sido ocupado por nadie".

Y les ha dicho que tienen la obligación "casi histórica" de ganar las elecciones, porque los españoles no están dispuestos a levantarse una mañana y descubrir "que España es apenas ya nada". Pues eso, ahí es nada.

Además, Aznar, otrora ausente en citas del partido, se ha reivindicado y ha asegurado que no se había ido a ninguna parte y que estaba "donde siempre". Vamos, que estaba, pero no estaba.

El expresidente, que no ha mencionado a Rajoy nada más que para saludarle, ha dejado los halagos al presidente del Gobierno para María Dolores de Cospedal.

Todo en una convención en la que los populares, como siempre, han cuidado, y mucho, la puesta en escena, y no han faltado gestos emotivos, como el vídeo en recuerdo de las víctimas de ETA, cuando se cumplen veinte años del asesinato de Gregorio Ordóñez.

Ha habido asimismo otra proyección sobre las primeras mujeres alcaldesas, que se ha cerrado con Rajoy en el escenario rodeado de alcaldesas, exalcaldesas y concejalas.

Pero el PP, además, ha presumido de su "casta".

Lo ha hecho con dos alcaldes de municipios pequeños que no cobran por su cargo: Isaías Juan Pérez, alcalde de Cañaveras (Cuenca), que ha dicho ser "de la casta de los electricistas", y la alcaldesa de Redueña (Madrid), María de las Mercedes Pérez, de la "casta de las administrativas", que fue alumna de Pablo Iglesias y asegura que "no vive" como el líder de Podemos.

Y es que ahora que en el PP dicen que su rival es Podemos no podía faltar la crítica irónica. Que ya estamos en campaña.

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