El mensaje navideño del rey, un 21% más largo que en 2012


El mensaje de Navidad del Rey duró este año 11 minutos y 35 segundos y constó de 1.381 palabras, un 21% más que el que pronunció en 2012, cuando apenas hacía un mes que había tenido que someterse a una operación de cadera fruto de su accidente en Botsuana.
El mensaje del año pasado fue, de hecho, el más corto del decenio, con 8 minutos y 50 segundos, y 1.086 palabras, y el tercero más breve de la historia, sólo por detrás de los de 2000 y 1975, éste último el primero que pronunció apenas un mes después de la muerte de Francisco Franco.
La idea fuerza del discurso, especialmente de su segunda mitad, la que crea la sensación final en el oyente, fue la idea de unidad de los españoles. Una idea que, dio a entender el Rey, ha de prevalecer y ayudar a superar los problemas surgidos en la economía, en las instituciones y en las dudas sobre el modelo constitucional. Y que resulta especialmente significativa en pleno proceso soberanista en Cataluña.
Coherentemente el verbo "unir" conjugado siempre en reflexivo y en primera persona del plural fue la palabra más repetida de la alocución, hasta seis veces, a las que podríamos añadir una séptima, cuando el monarca pronunció el adjetivo "unido" referido al país "dentro de su diversidad".
De hecho, poco antes de acometer la parte final del discurso, el Rey utilizó el recurso retórico de la anáfora para comenzar cinco frases seguidas con la fórmula "nos une" o "nos unen", referida a todos los españoles. El adverbio "juntos", con cinco apariciones, sería la segunda palabra más reiterada por el monarca.
Otras cinco veces pronunció, justo al final de su mensaje, el verbo "invito", en una nueva anáfora con la que don Juan Carlos se dirigió a los políticos, los agentes sociales, los intelectuales, las instituciones públicas y, en general, a todos los españoles, llevando a la práctica la función que le reserva la Constitución.

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