El ministro francés rebate las críticas y afirma que parece que "estamos en la II Guerra Mundial"

  • París.- El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, censuró hoy las críticas que está recibiendo el Gobierno galo por su política de expulsiones de gitanos porque "da la impresión de que estamos en la Segunda Guerra Mundial".

El ministro francés, dispuesto a explicar a la Iglesia la expulsión de los gitanos
El ministro francés, dispuesto a explicar a la Iglesia la expulsión de los gitanos

París.- El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, censuró hoy las críticas que está recibiendo el Gobierno galo por su política de expulsiones de gitanos porque "da la impresión de que estamos en la Segunda Guerra Mundial".

"Desde hace tres semanas las palabras que escuchamos dan la impresión de que estamos en la Segunda Guerra Mundial, escuchamos 'nazi','fascismo', 'deportación'", dijo el ministro.

Son críticas que Besson calificó de "muy injustas" en declaraciones a la radio "France Inter", en las que añadió que Francia lo está haciendo "mucho mejor que sus socios europeos en materia de ayuda a la reinserción" de colectivos inmigrantes como pueden ser los gitanos.

El ministro se refirió, en concreto, a las palabras de este domingo del Papa Benedicto XVI en las que cuestionaba, aunque no directamente, la política de Francia con los romaníes, y aseguró que, en materia de fraternidad universal, Francia aventaja a muchos otros países.

"Somos el segundo país del mundo, después de Estados Unidos (...) en materia de asilo" y, en el caso de los extranjeros en situación irregular, Francia aplica las normas más respetuosas con ese colectivo, agregó.

En el caso de la minoría gitana, el ministro reconoció que "parcialmente" está planteando un problema de seguridad en territorio francés.

No obstante, precisó que no hay que generalizar, que hay "gitanos que se comportan bien, es decir, que no usan terrenos ilegalmente ni viven de la delincuencia".

Pero otros, prosigue Besson, se instalan "ilegalmente" en ciertos lugares, "y sí, hay redes, tráficos muy organizados de mendicidad agresiva, de robo, de delincuencia".

A ese segundo grupo es al que se dirigen las últimas medidas del Ejecutivo galo que, en menos de un mes, ya ha desmantelado 88 campamentos ilegales de gitanos y ha expulsado a más de 200, a los que se añadirán otros alrededor de 600 antes de que finalice agosto.

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