El mundo da la bienvenida a 2016 entre fuertes medidas de seguridad

  • Millones de personas descendieron a las calles en todo el mundo para celebrar el Año Nuevo bajo fuertes medidas de seguridad, intentado ignorar las amenazas de atentados, si bien los festejos en la ciudad alemana de Múnich se empañaron ante un eventual ataque "islamista".

Las autoridades alemanas advirtieron que el EI podría haber preparado un "atentado suicida" en Múnich (sur), mientras que, en Dubái, las celebraciones se vieron eclipsadas momentáneamente por un impresionante incendio en un hotel de lujo del centro de la ciudad.

Las estaciones de tren de Múnich y de Pasing, al oeste de la ciudad, han sido evacuadas y el servicio de trenes suspendido, indicó en su cuenta en Twitter la policía de la ciudad, que informó de elementos indicando que "se planea un ataque terrorista" en la capital bávara.

En Dubái, enormes llamas rojizas cubrían la fachada del hotel cinco estrellas Address Downtown, situado cerca de la torre más alta del mundo Burj Khalifa (828 metros), mientras miles de personas se congregaban en el barrio para dar la bienvenida a 2016. Un primer balance oficial informó de 16 heridos.

Los festejos en Europa tuvieron lugar con una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad. Las autoridades francesas desplegaron más de 100.000 policías y gendarmes en todo el país, en un contexto de riesgo de ataques "muy elevado".

En París, todavía traumatizada por los atentados yihadistas del 13 de noviembre, miles de personas abarrotaron los Campos Elíseos para disfrutar de los festejos, pero sin los tradicionales fuegos artificiales.

"Francia no ha terminado con el terrorismo", advirtió el presidente francés, François Hollande, en su tradicional mensaje de fin de año.

Bruselas, por su parte, decidió anular pura y simplemente las celebraciones, después que el jueves se detuvieran otras seis personas en relación a las amenazas de ataques inminentes. Tres de ellas fueron puestas en libertad finalmente.

El temor a los ataques no impidió, en cambio, que el London Eye de la capital británica se llenara de miles de destellos multicolor a medianoche ante la mirada de miles de personas congregadas a orillas del Támesis, en presencia de 3.000 policías en el centro de la ciudad.

La primera ciudad que celebró el fin de 2015 fue Sídney, que abrió el baile de fiestas con un impresionante espectáculo pirotécnico por encima del icónico puente de la bahía de Sídney y su Ópera. Siete toneladas de artilugios pirotécnicos iluminaron el cielo de esta ciudad australiana.

También en Hong Kong, decenas de miles de personas se reunieron a ambos lados del emblemático Victoria Harbour para asistir a unos espléndidos fuegos artificiales.

La velada fue en cambio muy sobria en la sultanía de Brunéi, donde las autoridades prohibieron cualquier celebración de fin de año en virtud de una concepción propia de la ley islámica.

La emblemática Plaza Roja de Moscú, tradicional punto de encuentro en Año Nuevo, permaneció por primera vez cerrada al público por temor también a un atentado.

En Madrid, donde se previó un dispositivo de seguridad sin precedentes, la policía limitó a 25.000 el número de personas autorizadas a tomar las doce uvas a medianoche en la Puerta del Sol.

En la vecina Franja de Gaza, el movimiento islamista palestino Hamas prohibió las fiestas de Año Nuevo en lugares públicos, al considerarlas una ofensa a los "valores y tradiciones religiosas".

Tras Asia, Oriente Medio y Europa, millones de personas descendieron a las calles de América para festejar la entrada de 2016.

En Rio de Janeiro, dos millones de personas recibieron el año con un imponente show de fuegos sobre el mar que anticipó la fiesta que prepara este año la ciudad organizadora de los primeros juegos olímpicos en América del Sur.

La multitud apiñada a lo largo de la playa de Copacabana bailó samba durante horas antes de asistir al lanzamiento de 34.000 cohetes que durante 16 minutos tiñeron el cielo con 24 toneladas de pirotecnia.

Vestidos de blanco, como marca la tradición, cariocas y turistas hicieron sus ofrendas a Yemanjá, la diosa del mar en el candomblé, un culto afro-brasileño. Hubo quienes se vistieron de rojo, para atraer el amor, o de amarillo y dorado, para convocar el dinero.

Un millón menos de personas está previsto en Time Square de Nueva York para unos festejos con las actuaciones de artistas como Demi Lovato o Jessi J, pese a un importante dispositivo de seguridad.

Las autoridades estadounidenses anunciaron el jueves la detención y el procesamiento de un joven de 25 años acusado de querer perpetrar un atentado terrorista para fin de año precisamente en el norte del estado de Nueva York.

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