El OIEA espera lograr más cooperación de Irán al exponer sus sospechas

  • En su último informe sobre Irán, el OIEA es más explícito que nunca a la hora de exponer sus sospechas sobre las posibles dimensiones militares del programa atómico iraní, con lo que pretende conseguir más cooperación de parte de Teherán.

Jordi Kuhs

Viena, 9 nov.- En su último informe sobre Irán, el OIEA es más explícito que nunca a la hora de exponer sus sospechas sobre las posibles dimensiones militares del programa atómico iraní, con lo que pretende conseguir más cooperación de parte de Teherán.

En el documento, emitido ayer en Viena, se asegura que los inspectores de la ONU disponen de información que indica que la República Islámica ha desarrollado actividades que en su conjunto sólo pueden tener el fin de hacerse con un arma nuclear.

Eso sí, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no ha encontrado aún la prueba irrefutable que busca desde que inició sus investigaciones en 2003, aunque destaca que tiene nuevas y fiables informaciones sobre supuestas actividades militares.

Diplomáticos cercanos al OIEA aseguran que "en su conjunto" las actividades expuestas por el informe "contienen todo lo que se necesita si se quiere construir un arma nuclear".

Los puntos clave del informe incluyen que Irán habría adquirido información sobre cómo metalizar el uranio necesario para una bomba, incluyendo pruebas de producción "en seco", sin material.

Además, Irán se habría hecho con información sobre "diseños de artefactos explosivos nucleares", es decir, sobre cómo fabricar una bomba, mientras que se impulsaron investigaciones y experimentos para detonadores especiales.

A eso se unen pruebas con misiles de largo alcance y supuestas simulaciones hechas en ordenadores para determinar si los técnicos iraníes son capaces de producir una bomba de implosión nuclear.

Es la primera vez que el OIEA publica acusaciones de este tipo -algunas ya conocidas de informes anteriores- con todo lujo de detalle y explicando por qué considera "fiables" las informaciones que sigue recibiendo por una decena de países.

El OIEA toma este paso en medio de nuevas tensiones en Oriente Medio, donde Israel debate abiertamente sobre la necesidad de un golpe militar preventivo para evitar que Irán adquiera una bomba.

Fuentes cercanas al OIEA indicaron hoy que la agencia nuclear, liderada desde hace dos años por el japonés Yukiya Amano pretende forzar a Irán a que sea más transparente.

Desde agosto de 2008, Irán se niega a hablar sobre estas alegaciones y dice se trata de "inventos" y "mentiras", algo que reiteró hoy el embajador iraní ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh.

"El informe (del OIEA) es desequilibrado, poco profesional y políticamente motivado", manifestó Soltanieh en declaraciones a la emisora austríaca ORF.

Los iraníes sólo quieren dialogar si el OIEA cierra oficialmente el llamado "plan de trabajo", establecido en verano de 2007, para resolver asuntos pendientes en la investigación.

"Cerrar el plan de trabajo hubiese significado volver a simples inspecciones rutinarias en Irán, una condición inaceptable para la agencia (nuclear)", explicó un diplomático a Efe.

Sin embargo, desde que el OIEA advirtiera hace varias semanas que iba a publicar un anexo con los detalles de las alegaciones, los iraníes parecen dispuestos a renunciar a esa condición.

"Irán ha mandado recientemente una carta al OIEA, mucho más ambigua que antes, en la que ya no se habla de condiciones firmes para volver al diálogo sobre estas alegaciones", agregó la fuente.

Por eso, los responsables de la agencia nuclear esperan que este informe les aporte "una cooperación iraní menos condicional".

El analista estadounidense Michael Adler, que sigue de cerca del conflicto atómico iraní, se mostró escéptico sobre la posibilidad de éxito de esta táctica.

"La historia (de la investigación) nos ha mostrado que cuando se presiona a Irán, como mucho, Teherán accede a dar pasos hacia el diálogo, aunque nunca termina por ser realmente más transparente", señaló.

Por eso, para el investigador del Woodrow Wilson International Center en Washington, es "altamente improbable" que Irán vaya a mostrarse, al menos por ahora, más transparente frente al OIEA.

En ese sentido, la respuesta oficial de Irán es contundente, con el presidente, Mahmud Ahmadineyad, diciendo hoy que su país "no retrocederá ni una pizca" en su programa nuclear.

Al mismo tiempo, lo que parece cobrar más fuerza que un posible ataque militar es un nuevo endurecimiento de las sanciones internacionales contra la República Islámica.

Tras cuatro rondas de medidas punitivas comerciales, diplomáticas y científicas, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania han dejado claro ya que el informe del OIEA tiene que ser la base para nuevas sanciones.

La gran incógnita es si China, más cercana a Irán por sus relaciones comerciales, apoyará nuevas medidas punitivas, mientras Rusia ya ha dicho que las rechazará.

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