El optimismo abre paso a la expectativa en Cuba tras reconciliación con EEUU

  • El optimismo con el que ayer se vivió en Cuba la noticia del restablecimiento de sus relaciones con EE.UU. abrió hoy paso a la expectativa de que este giro diplomático histórico se traduzca en mejoras en la vida cotidiana de la isla y solucione problemas como el desabastecimiento o las comunicaciones.

Sara Gómez Armas

La Habana, 18 dic.- El optimismo con el que ayer se vivió en Cuba la noticia del restablecimiento de sus relaciones con EE.UU. abrió hoy paso a la expectativa de que este giro diplomático histórico se traduzca en mejoras en la vida cotidiana de la isla y solucione problemas como el desabastecimiento o las comunicaciones.

En las calles, hoy como ayer, reinaba la tranquilidad, aunque el tema de conversación generalizado era el reinicio de los vínculos con Estados Unidos, acontecimiento recibido con alegría, pero con la incertidumbre de cuándo y cómo se concretarán estos cambios y si culminarán en el fin del embargo económico.

El levantamiento del "bloqueo", como se refieren en la isla a esta política vigente desde 1962, "será una noticia muy buena, ante todo, para el pueblo cubano que es el que realmente ha sufrido y sigue sufriendo el embargo de Estados Unidos", dijo a Efe el cubano Yosbany Barrio.

Su compatriota Ariel Rodríguez consideró que el acuerdo anunciado ayer abre la posibilidad de que se elimine el "bloqueo" y acaben "todas esas carencias sufridas durante tanto tiempo y que no son un secreto para nadie".

"El cambio va a ser bueno no sólo para nosotros, sino para los familiares que están del lado de allá (en EE.UU.), que son muchos los cubanos allí que quieren que se normalicen las relaciones", afirmó.

Las medidas anunciadas ayer por la Casa Blanca, que alivian considerablemente el embargo, van a facilitar la reunificación de las familias separadas por el exilio, al flexibilizar restricciones al envío de remesas y liberalizar los viajes para los que mantienen lazos familiares en la isla.

Fruto del acuerdo, EE.UU. también elimina las licencias antes necesarias para viajar a Cuba por motivos educativos, religiosos y culturales, algo que, según el "número dos" del Gobierno cubano, Miguel Díaz-Canel, va a incrementar los intercambios académicos entre ambos países y "beneficiará a todos".

"Si a pesar de los obstáculos, en el pasado se buscaron formas de contacto, ahora el intercambio aumentará y lo mantendremos siempre a partir del respeto mutuo por nuestras diferencias", dijo el vicepresidente cubano, en la única reacción oficial hoy al nuevo rumbo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Desde la disidencia hoy se han vuelto a escuchar voces escépticas sobre las posibilidad de que el acuerdo con Estados Unidos se traduzca en cambios sustanciales para la sociedad civil, especialmente en materia de derechos humanos.

"No oculto mi escepticismo profundo, que tiene como fundamento la manifiesta falta de voluntad política del Gobierno de Cuba para hacer verdaderas reformas", señaló a Efe el opositor Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

A su juicio, las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro para "actualizar" el modelo socialista de la isla, son sólo "cambios de pequeño calado", "tardíos" y "reversibles".

"El balón está en el lado de Cuba, que es el que tiene que hacer más para acercarse a los estándares internacionales en derechos humanos", precisó.

Frente al optimismo de las calles y el escepticismo de algunos opositores; la reacción oficial se ha centrado en celebrar el regreso a la isla de los tres agentes cubanos del grupo de "Los Cinco", por encima del restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos.

Los diarios oficiales Granma y Juventud Rebelde, los únicos en la isla, titularon hoy sus portadas con un "Volvieron" en letras grandes y destacan la imagen del encuentro entre Raúl Castro y el grupo de "Los Cinco Héroes", como se conoce en la isla a esos agentes, cubanos presos en EE.UU. desde 1998 y condenados a largas penas en 2001.

Aunque con matices, el ambiente general es de incertidumbre y expectación sobre la velocidad a la que se producirá el acercamiento entre Cuba y EE.UU., noticia que cogió por sorpresa al mundo entero.

"Ha sido algo inédito e inesperado. Se esperaba algún cambio antes de la Cumbre de las Américas, pero no algo tan profundo", indicó hoy a Efe el diplomático y académico cubano Carlos Alzugaray.

Alzugaray indicó que las partes tienen por delante dos años, antes de las elecciones presidenciales en EE.UU. para seguir estrechando vínculos, periodo en el que cree que Obama explotará sus capacidades ejecutivas para relajar el embargo si no consigue que el Congreso lo anule.

Aunque posiblemente no se den cambios sustanciales en la vida cotidiana de Cuba a corto plazo, en los próximos meses se vivirán gestos diplomáticos significativos, como la visita enero de una delegación estadounidense de alto nivel para el diálogo migratorio o la apertura de una embajada. EFE

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