El papa y Simon Peres analizaron la situación en Oriente Medio y en Siria

  • Francisco recibió hoy al presidente de Israel, Simon Peres, con quien analizó la situación en Siria y Oriente Medio y auspiciaron una "rápida" reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos, "para que se alcance un acuerdo que respete las legítimas aspiraciones de los dos pueblos".

Ciudad del Vaticano, 30 abr.- Francisco recibió hoy al presidente de Israel, Simon Peres, con quien analizó la situación en Siria y Oriente Medio y auspiciaron una "rápida" reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos, "para que se alcance un acuerdo que respete las legítimas aspiraciones de los dos pueblos".

El papa Bergoglio y Peres mantuvieron a solas un coloquio que se prolongó durante cerca de media hora y durante el cual el mandatario israelí le invitó a viajar a Jerusalén.

Tras el encuentro, Peres se reunió con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y el "ministro de Exteriores" del Vaticano, el arzobispo Dominique Mamberti.

El Vaticano, en un comunicado, señaló que durante "los cordiales coloquios" se afrontó la situación política y social en Oriente Medio, "donde perduran no pocos conflictos".

"Se ha auspiciado una rápida reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos, para que con decisiones valientes y disponibilidad por ambas partes, así como con el apoyo de la comunidad internacional, se pueda alcanzar un acuerdo respetuoso de las legítimas aspiraciones de los dos pueblos y así contribuir a la paz y estabilidad de la región", agregó el Vaticano.

El papa y Peres también hablaron de Jerusalén, la ciudad santa, de las tres religiones monoteístas, para la que el Vaticano propugna un estatus internacional garantizado.

Siria también estuvo en el centro de las conversaciones. Según el Vaticano, se expresó "la preocupación" por el conflicto que aflige a ese país y se abogó "por una solución política, que privilegie la lógica de la reconciliación y del diálogo".

Asimismo analizaron las relaciones entre el Estado de Israel y la Santa Sede y entre las autoridades israelíes y las comunidades católicas locales.

"Se han elogiado los notables progresos de la Comisión de Trabajo Bilateral, que estudia la elaboración de un acuerdo sobre las cuestiones de interés común que, se espera, llegue a una rápida conclusión", agregó el Vaticano en la nota.

Israel y la Santa Sede establecieron relaciones diplomáticas en 1993 y, aunque en un principio estaba previsto llegar a este acuerdo en un plazo de dos o tres años, todavía no se ha concretado.

La Iglesia Católica, según se queja el Vaticano, sigue sin tener personalidad jurídica en Israel, lo que le impide defenderse cuando considera que han sido ocupadas sus propiedades.

Otro problema es la exención de impuestos que exige que se le aplique la Iglesia Católica, teniendo en cuenta que la ley israelí exime de su pago a los lugares de culto, como es el caso de las sinagogas.

El Vaticano pretende asimismo la devolución de algunas propiedades que la Iglesia Católica reclama, como la sala del Cenáculo, donde según la tradición Jesús celebró la Última Cena.

Durante la audiencia, que se celebró en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, Peres invitó al papa a visitar Israel.

"Le espero en Jerusalén, pero no sólo yo, sino todo el pueblo de Israel", afirmó Peres, que mañana viajará a Asís, en el centro de Italia, para recibir la "Medalla de Honor por la Paz" en la basílica de San Francisco, concedida por los franciscanos.

Tras el coloquio a solas, Peres presentó al papa al séquito que le acompañaba, formado por diez personas, y se procedió al tradicional intercambio de regales.

El presidente de Israel regaló a Francisco una Biblia de Jerusalén en piel negra. En el libro, Peres escribió. "A su santidad el papa Francisco. Que pueda prosperar en todo lo que hace y donde vaya. Con profunda estimación".

Francisco le correspondió con tres medallas papales.

Antes de visitar el Vaticano, Peres se reunió en Roma con el nuevo primer ministro italiano, Enrico Letta.

La última vez que un papa viajó a Tierra Santa fue en mayo de 2009, cuando Benedicto XVI visitó Jordania, Israel y los Territorios Palestinos.

Mostrar comentarios