El Parlamento alemán abre una investigación sobre el bombardeo de Kunduz

Berlín.- El Parlamento alemán investiga desde hoy las circunstancias que rodearon el bombardeo en las cercanías de la ciudad afgana de Kunduz, en septiembre pasado, en el que murieron hasta 142 personas, y que forzó la dimisión de altos cargos de Defensa.

Durante los próximos meses, la comisión parlamentaria de Defensa -que ha pasado a asumir la tarea de una comisión de investigación- intentará dilucidar si el Gobierno ocultó información y cuáles fueron los errores militares que se cometieron.

La investigación abarcará tanto los problemas de comunicación del Gobierno anterior -la gran coalición entre socialdemócratas y cristianodemócratas durante la que tuvo lugar el bombardeo- como los del actual -formado por cristianodemócratas y liberales.

La ocultación de información ha costado ya el puesto al anterior ministro de Defensa, Franz-Josef Jung, quien asumió la cartera de Trabajo en el actual gobierno, al jefe del Estado Mayor, Wolfgang Schneiderhan, y al secretario de Estado de Defensa, Peter Wichert.

Estos dos últimos fueron destituidos por el nuevo ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, quien reprochó a ambos haberle ocultado información sobre el ataque, lo que a él le llevó a calificarlo en un principio de acertado.

La investigación se refiere al bombardeo, la noche del 3 al 4 de septiembre pasado, de dos camiones cisterna secuestrados por talibanes que se habían quedado encallados en un banco de arena del río Kunduz en las cercanías de la base alemana.

Al principio, los responsables militares y el gobierno habían sostenido que todas las víctimas eran insurgentes y que tenían previsto atentar contra la base alemana con los camiones reconvertidos en bombas rodantes.

Entretanto, el Ejecutivo ha reconocido que hubo un número incierto de víctimas civiles, que la Cruz Roja Internacional ha llegado a cifrar en mas de 70.

Los medios han filtrado parte de los diversos informes elaborados por la OTAN, la fuerza multinacional Isaf, Cruz Roja Internacional, la policía militar alemana y otros, que hablan de errores de gestión por parte del comandante militar alemán en Kunduz, el coronel Georg Klein.

Entre los asuntos que han salido a relucir y que ocupará a la comisión parlamentaria es si el ataque tuvo como objetivo exclusivo destruir los camiones o "aniquilar" a los talibanes, como se desprende de uno de los informes citados por la prensa.

En su primera sesión constituyente, la comisión elaboró una lista de más de cuarenta testigos que deberán comparecer a declarar.

El portavoz del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en esta comisión, Rainer Arnold, informó de que entre los primeros estará Guttenberg. También se llamará a declarar a la canciller, Angela Merkel, así como a otros ministros y a militares.

Si bien Guttenberg todavía ocupaba la cartera de Economía cuando se produjeron los hechos, la oposición quiere que aclare en la comisión qué es lo que le llevó a cambiar radicalmente de opinión respecto al ataque, al pasar de calificarlo de "militarmente acertado" a "militarmente no acertado".

Guttenberg ha argumentado que fueron los informes que le habían ocultado Schneiderhan y Wichert los que determinaron su cambio de opinión, pero los detalles publicados entretanto en la prensa reflejan que ya el primer informe elaborado por el comandante de la ISAF en Afganistán, el general Stanley McChrystal, incluía todos los aspectos problemáticos de la operación.

Aparte de los detalles de la operación en sí, la comisión analizará una cuestión que hasta producirse este percance había interesado poco: ¿cómo debe definirse la misión en Afganistán?

El defensor del soldado en el parlamento, Reinhold Robbe, emplazó a la comisión a aprovechar la investigación para abrir un "debate sincero" sobre el objetivo concreto de la misión.

Con ello Robbe aludió al problema de la falta de seguridad legal que rodea a la operación, nacida oficialmente como una misión de "estabilización" de carácter meramente defensivo, pero que entretanto está siendo calificada por la mayoría de los expertos de una participación en un "conflicto armado no internacional", lo que permitiría operaciones ofensivas.

El secretario parlamentario de Defensa, Christian Schmidt, aseguró hoy en una interpelación en el Bundestag, que el Gobierno no ha cambiado su estrategia en Afganistán y que toda operación se ha realizado en el marco permitido por el mandato de la ONU.

El debate se produce en un momento en el que Berlín debe plantearse si eleva el número de efectivos y atiende así a la petición de la OTAN.